Para el consumo hay que tener en cuenta que se debe llevar una dieta baja en grasas y consumirlos adecuadamente.
Coliflor
Esta verdura incluye sulforafano, lo que ayuda a proteger de bacterias el revestimiento del estómago. Además, sus altas dosis de vitamina K tienen efectos antiinflamatorios y reducen el riesgo de desarrollar cáncer.
Durazno
Contiene numerosos minerales, vitaminas y compuestos saludables. Además, es una buena fuente de fibra, por lo que quita la sensación de hambre. Comer durazno elimina los tejidos adiposos, y su alto contenido de antioxidantes posibilita que los ácidos grasos se desprendan de estos tejidos y se conviertan en energía.
Apio
Contiene gran cantidad de agua, por eso es un diurético natural. Consumirlo crudo y en jugos produce saciedad. También, favorece la secreción de saliva y jugos gástricos, por lo que sirve para la digestión. Del mismo modo tiene propiedades antiinflamatorias, en especial en problemas óseos y dolores articulares.
Pescado
El pescado ayuda a acelerar tu metabolismo y reducir los antojos. La proteína presente en este alimento es saciante, y si consumes pescados como el salmón o el atún, que contienen ácidos grasos Omega 3, aumentarás la pérdida de peso y la quema de grasa.
Pepino cohombro
Está compuesto principalmente de agua. Por eso ayuda a limpiar el cuerpo de toxinas. Contiene vitaminas C, B y K, potasio, cobre y manganeso. Adicionalmente, consumirlo reduce el riesgo de padecer enfermedades crónicas.
Remolacha
Es fuente de hierro y antioxidantes. Por lo demás, disminuye la presión arterial, previene la demencia y ayuda a mejorar el rendimiento físico. Combate las inflamaciones, nivela la presión arterial, desintoxica el organismo y tiene propiedades anticancerígenas.
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