Las abuelas decían que cuando alguien era víctima frecuente de la picadura de mosquitos, esa persona “tenía la sangre dulce” y ahora que se propaga el virus del Chikungunya, trasmitido por el mosquito Aedes aegypti, muchos están acudiendo a la vitamina B para no “tener la sangre dulce” y espantar a estos insectos.
Científicos de las universidades de Londres, Florida y Nottingham realizaron un estudio, según el cual nuestra genética sería determinante para que suframos la picadura de mosquitos, lo cual no solamente nos permitiría encontrar mejores formas de liberarnos de esta molestia de los climas tropicales, sino defendernos de enfermedades infecciosas transmitidas por estos animalitos, entre ellas algunas tan graves como el dengue.
Demostrado en gemelos y mellizos
Un grupo de 18 gemelas idénticas y 19 mellizas fue sometido a la tortuosa exposición a la picadura de mosquitos, y estos mostraron preferencia por determinadas personas y, en todos los casos, por sus gemelas idénticas.
“Los resultados demuestran un componente genético subyacente al tipo de olor humano, una diferencia genética que es detectable por los mosquitos a través de nuestro olor y que se utiliza durante la selección de la persona”, fue la conclusión de los investigadores que realizaron el estudio, según el diario El País, de Madrid.
Estudios anteriores habían mostrado que el olor corporal es clave para sufrir o no el ataque de mosquitos, y que otros factores influyen, por ejemplo, beber cerveza parece atraer más las picaduras.
Los mosquitos también se sienten atraídos por la temperatura del cuerpo, el sudor, la emisión de CO2 y la ropa de colores oscuros. De hecho, cuando consumimos complejo B, la vitamina sobrante se elimina a través de la piel y de la orina, que tiene un olor que sirve de repelente de los insectos, según estudios médicos anteriores.
Sin embargo, de dos personas que tengan las mismas características, por ejemplo, que ambas estén tomando cerveza en un café, los mosquitos seguirían teniendo preferencia por una de las dos, y ello se debe a los aspectos genéticos, porque este factor determina más del 80 por ciento de los 400 compuestos que exudan los seres humanos, pero resultaría una labor sumamente dificultosa identificar cuáles son los que atraen a estos insectos.
Los científicos que realizaron el estudio creen que la diferencia entre las personas que atraen a los mosquitos y las que no, no se debe a sus reacciones metabólicas, y antes por el contrario, ciertas personas están desarrollando a nivel genético una defensa natural que las protege de las picaduras.
LO QUE SIGUE SIENDO VÁLIDO
De todas maneras, hay estrategias que siguen siendo válidas para evitar la picadura de insectos. He aquí algunas de ellas:
- Evitar los sitios donde los insectos tienen sus nidos o donde más permanecen.
- No salir, en la medida de lo posible, entre el anochecer y el amanecer, ya que es el momento en el que los mosquitos pican habitualmente.
- No utilizar perfumes que desprendan olores dulces, ya que atraen a los insectos.
- Mantener una correcta higiene corporal.
- Usar ropa que cubra la piel y evitar los colores oscuros y brillantes.
- Sacudir la ropa antes de usarla si la hemos tendido en el exterior.
- Dejar la luz apagada si tenemos la ventana abierta.
- Usar repelentes o tomar vitamina B.
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