En su historia, EL NUEVO DÍA se ha destacado por ser una empresa responsable y comprometida con el desarrollo regional, siempre dispuesta a aportar y ser un agente promotor de los grandes cambios, en pos de mejorar la calidad de vida de los tolimenses desde el quehacer periodístico y empresarial.

En el último año, EL NUEVO DÍA ha estado atravesando una grave situación económica. La pandemia cambió las reglas del juego para la sociedad, afectó severamente la economía regional y limitó el acompañamiento de los empresarios al periódico. Además, aceleró el proceso de la digitalización; nuestros lectores y suscriptores del impreso fueron disminuyendo significativamente y el coletazo económico puso en jaque las finanzas de la editorial.

Para hacerle frente a esta situación, la empresa ha estado identificando alternativas de solución operativas. En un primer momento, en mayo, se decidió que EL NUEVO DÍA dejara de circular de manera impresa diariamente y solo lo hiciera los fines de semana, debido a los altos costos de producción, mientras que el Q´HUBO mantuvo su periodicidad. Posteriormente, en octubre, se tomó la decisión de apagar la rotativa de manera permanente y dirigir los esfuerzos a fortalecer los medios digitales, labor iniciada tiempo atrás. Ese es el camino en el cual se está trabajando.

EL NUEVO DÍA ha buscado aliados estratégicos a nivel local y nacional, ha adecuado su estructura operativa para obtener mayor eficiencia, fortaleciendo sus canales de mercadeo y publicidad; ha explorado el desarrollo de proyectos inmobiliarios en sus instalaciones y, de forma particular, ha buscado soluciones a través de la venta de su mayor activo: las instalaciones físicas del periódico.

Todo lo anterior, para atender de forma prioritaria las responsabilidades con sus trabajadores y antiguos colaboradores. EL NUEVO DÍA acudirá a los mecanismos legales para garantizar los compromisos empresariales de acuerdo con los términos de la ley.

Durante la existencia de EL NUEVO DÍA, y en especial en este momento de crisis, nuestros accionistas mayoritarios: Inversiones Galvis Ramírez y CÍA S.A.S de Bucaramanga; Diana Agrícola S.A.S de El Espinal; Editora Del Mar S.A. de Cartagena e Inversiones Meléndez De Zubiría y CÍA S en C de Ibagué, han aportado sus recursos económicos sin esperar retribución alguna, diferente a cumplir con los principios fundacionales del periódico.

El futuro de EL NUEVO DÍA en la era digital será solamente posible si cuenta con el apoyo del empresariado local, los suscriptores, los anunciantes, los columnistas, las autoridades y, de manera muy especial, sus trabajadores, que constituyen la esencia del periódico. 

EL NUEVO DÍA al cumplir 31 años agradece a todas las personas y entidades que han hecho posible su existencia.