El dueño de un estudio de webcam fue  enviado a la cárcel, por ser el sospechoso de secuestrar y torturar a dos de sus modelos.

Según la información sobre este caso, replicado en varios medios de comunicación, los hechos ocurrieron a principios del mes de noviembre en una vivienda de la capital de la capital de la República, desde donde se grababa y transmitía el contenido sexual para internet.

Las jóvenes denunciaron en la Fiscalía que el propietario del estudio las acusó de haber robado un dinero. El hombre las amarró en unas sillas y las golpeó, dejándolas encerradas en un cuarto, para que “confesaran”.

En un descuido suyo, las mujeres desataron los amarres y escribieron un mensaje de auxilio en un papel, que lanzaron a calle a través de una ventana. Al parecer los transeúntes encontraron la nota y alertaron a la Policía, que acudió al lugar.

Las modelos fueron liberadas y el patrón detenido. Tras la audiencia de control de garantías, fue llevado a la cárcel. Las identidades de los implicados no han sido reveladas.