Embajadas actúan como ‘ruedas sueltas’

Crédito: Archivo / EL NUEVO DÍA
Néstor Humberto Martínez, cuyo nombre suena como embajador en España, está en el ojo del huracán tras un debate en el Senado por un supuesto “entrampamiento” contra el exjefe de las Farc Jesús Santrich para vincularlo con una red de narcotráfico.
Hechos como la presunta intromisión de Pacho Santos en las elecciones de EE.UU. no tienen precedentes en la historia internacional de Colombia dado que el país siempre se ha caracterizado por tener una postura neutral.
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Apenas han pasado unas semanas de las salidas en falso el Embajador de Colombia en Estados Unidos, Francisco Santos, sobre su presunta participación de manera abierta en las elecciones de ese país.

Ahora se conoce la falta de respaldo para la política exterior por parte de los expresidentes César Gaviria, Andrés Pastrana y Ernesto Samper, quienes no participaron en la Comisión de Relaciones Exteriores convocada por la propia canciller, Claudia Blum.

En una carta, Gaviria Trujillo precisó: “No es útil atender reuniones cuando es claro que el convocante no quiere escuchar opiniones distintas, ni le interesa en absoluto compartir sus ideas sobre lo que debe ser nuestra política exterior”.

Por su parte, Pastrana dijo “no tengo más que palabras de reproche ante este hecho, que rompió con una larga tradición de nuestra política exterior de crear amplios consensos políticos en torno a los asuntos de mayor importancia internacional para el país, a fin de construir una política de estado”, también en una carta a la Canciller.

Y, a este episodio, se suma otro nuevo escándalo con el posible nombramiento del exfiscal Néstor Humberto Martínez en la embajada de España, para reemplazar a la excanciller Carolina Barco.

Y es que al menos 20 congresistas en carta enviada a Pedro Sánchez le dicen que el nombramiento del exfiscal “es un acto inmoral, que solo beneficia a los enemigos de la paz y es un escape para que las investigaciones que se adelantan en su contra puedan avanzar”.

Expertos consultados consideran que todo lo que está ocurriendo con la política exterior es por un vacío de poder y que por tal razón muchas embajadas parecen ‘ruedas sueltas’ y las agendas no corresponden a ninguna política de Estado.

En este sentido, Mauricio Jaramillo, internacionalista y docente de la Universidad del Rosario, precisa que desafortunadamente en el último tiempo lo que hemos visto es que el servicio exterior es para el pago de favores políticos, lo que obviamente habla muy mal de la carrera diplomática y que sugiere que los presidentes no confían en nuestros funcionarios de carrera.

Agrega que se confirma una serie de fracasos y malas decisiones en política exterior por parte de Iván Duque con el mantenimiento de embajadores con agenda propia como Santos, Alejandro Ordóñez y ahora una persona con una autoridad deslegitimada en Colombia. Según él, es una confirmación de la política exterior errática.

Por su parte, Suelen Castiblanco, docente de la Universidad de La Salle, considera que la principal debilidad de la política internacional de Duque es que hay mucha falta de liderazgo.

Según Castiblanco, Carlos Holmes, que es al menos un político de carrera y tenía un recorrido en cargos públicos bastante amplio, se movía con mayor facilidad en las lidias internacionales, pero con la llegada de Blum se perdió total liderazgo en la escena internacional, sobre todo en el plano con las relaciones con Estados Unidos.

 

 

DATO

Al gobierno de Iván Duque los críticos le han sacado en cara varios episodios en materia de relaciones exteriores como el informe con errores que se presentó en la ONU, los inconvenientes en la solicitud de extradición a Mancuso o la forma como se ha manejado la crisis política en Venezuela.

 

 

Pagar favores políticos

Suelen Castiblanco, docente de la Universidad de La Salle, manifiesta que en Colombia la carrera diplomática parece que solo funciona para los cargos técnicos, pero los cargos de embajador parecen reservarse para favores políticos o para ciertas personas a quienes se desea proteger o a quienes desea sacar del país y agradecer por alguna razón.

A su turno, Gerardo Martínez, analista político, considera que es una gran equivocación usar las embajadas para pagar favores porque eso hace que cada cual se vuelva ‘rueda suelta’ y si no son de prestigio, sino de muchos cuestionamientos, la cosa se agrava, como es el caso del exfiscal Néstor Humberto Martínez.

 

 

 

Credito
EL NUEVO DÍA

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