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La pequeña Ferguson volvió a la calma ayer luego de la visita del Secretario de Justicia estadounidense y su promesa de una investigación completa relacionada con la muerte de un joven negro a manos de un policía blanco, hecho que provocó más de 11 días de disturbios de corte racial.

Según la Policía, apenas seis personas fueron detenidas el pasado miércoles por la noche durante una manifestación en esa localidad de Saint-Louis (Misuri), contra las 47 arrestadas el día anterior.

En esta última protesta, que pedía que se acuse formalmente al policía autor de los seis disparos que mataron a Michael Brown el 9 de agosto, los manifestantes se abstuvieron de lanzar proyectiles y disparar con armas como sucedió en otras ocasiones.

El secretario de Justicia de EE.UU., Eric Holder se reunió el miércoles en Ferguson con autoridades locales, con la familia de Brown y enfurecidos residentes.