El Ministerio de Justicia requirió al Tribunal Supremo que haga la prohibición del Centro de Dirección de los Testigos de Jehová en Rusia, tras investigar su actividad, que considera “contraria a las leyes rusas y a los propios estatutos de la organización”.
“No entendemos qué objetivo persiguen las autoridades. Se mire por donde se mire, nos parece un sinsentido. Creemos que se trata de una equivocación, que finalmente se quedará en eso, y el Ministerio de Justicia retirará su demanda”, sostuvo el portavoz de la comunidad religiosa en ese país, Iván Belenko.
Los testigos de Jehová temen que el Gobierno se haya propuesto liquidar la totalidad de sus dos mil 200 grupos religiosos y 400 organizaciones locales.
Todo apunta, sin embargo, a que tienen los días contados en este país, toda vez que el Supremo ya respaldó en el pasado su prohibición en varias regiones y ciudades.
En todos los procesos judiciales contra la organización, las autoridades le han incriminado el almacenamiento y difusión de literatura religiosa de carácter extremista.
Dato
El presidente de la Asociación rusa para el Estudio de Religiones y Sectas, Alexandr Dvorkin, considera que los Testigos de Jehová son una secta que crea en torno a sus seguidores su propio mundo.
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