RESUMEN, CARACAS
La oposición venezolana y el secretario general de la OEA, Luis Almagro, viven su primer desencuentro en dos años de idilio en los que el excanciller uruguayo ha sido su mayor aliado internacional.
Almagro, al frente de la OEA desde mayo de 2015, se ha situado sin ambages del lado de la oposición, abriéndoles la puerta de la organización, pero el lunes, en su valoración de las elecciones regionales del 15 de octubre, reprochó a los opositores.
“Es muy claro que cualquier fuerza política que acepta ir a una elección sin garantías se transforma en instrumento esencial del eventual fraude, y demuestra que no tiene reflejos democráticos como para proteger los derechos de la gente, en ese caso, el voto”, afirmó.
Y agregó que “para generar una recomposición democrática en el país, la dirigencia política opositora deberá unirse a la gente y a los pocos líderes que, en consonancia con sus principios, entendieron en todo momento que la ciudadanía de Venezuela quiere libertades y no está dispuesta a seguir las reglas de la dictadura”.
Por su parte, diputado Henry Ramos Allup, del partido Acción Democrática señaló que “yo no sé de dónde sale ese argumento de Almagro... Lo cierto es que ojalá que la OEA, más allá de las meras declaraciones, ayudara de una forma un poco más eficiente a solucionar la crisis”.
Almagro dio en 2016 inicio al proceso de la Carta Democrática de la OEA en contra de la voluntad de un Estado miembro, el de Venezuela.
Comentarios