Ledezma, alcalde metropolitano de Caracas, llegó a Madrid desde Colombia tras salir de Venezuela, donde cumplía arresto domiciliario desde 2015 acusado de conspiración y asociación para delinquir, aunque no había sido juzgado.
“Había también la idea de revocar el beneficio de casa por cárcel y llevarme a la tumba. Creo que, encerrado en la tumba (...), yo no soy útil como puedo comenzar a serlo desde el exilio”, añadió.
“Todos los presos políticos corren peligro en Venezuela, son rehenes de una narcotiranía y pretende usarlos como los secuestradores” a sus víctimas, consideró.
El alcalde negó que huyera a un “exilio dorado”, sino que es un “perseguido que se liberó” para trabajar y recorrer el mundo “sin tregua” y denunciar la “terrible tiranía” de Maduro.
Dato
Ledezma pidió ayer a la oposición venezolana que resuelva sus “contradicciones” y se unan.
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