Es la hora del orden y los proyectos importantes

Camilo Ernesto Ossa Bocanegra

Ibagué no puede seguir cargando las consecuencias de la ineficiente gestión de la Secretaría de Movilidad, puntualmente, para referirme hoy, en lo relacionado con los trámites que debe realizar la ciudadanía ante esta cuestionada dependencia. 
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Por cierto, muy mal el manejo politiquero a una secretaría que debería ser más técnica, cinco secretarios en poco más de tres años dan cuenta de la ausencia de un verdadero plan de movilidad y gestión del tránsito y transporte local, sumándole el desgreño de someter la ciudad a la incertidumbre de sus funcionarios por peleas y ‘repartos’ políticos, un desastre.

Esta dependencia (movilidad) requiere una intervención que permita volver eficiente la realización de los trámites, no puede ser posible que en Ibagué, para realizar traspasos, matriculas iniciales, expedición de licencias, registros ante el Runt, entre muchas otras ‘diligencias’ diarias que tienen que hacer los ibaguereños, se tarde uno, dos o hasta tres meses, obligando, tanto a empresarios como a ciudadanos, a realizar estos trámites en otros municipios, donde dejan el dinero pero a Ibagué le queda la externalidad negativa, por ejemplo, de la congestión y accidentalidad vial y sin recibir el aporte correspondiente al municipio del impuesto vehicular. Un despropósito ocasionado por la ineficiencia.  

Ni que decir del hecho que la ciudad solo cuente con un punto de atención, (además alejado) para los requerimientos diarios de la población, en una ciudad capital de departamento con un parque automotor  por encima de los 200 mil vehículos. Esto, necesariamente debe cambiar por el bienestar de las personas y parte de las finanzas públicas, pero volverlo eficiente, útil, provechoso y serio, implica tener que licitarlo con indicadores de gestión a favor de la comunidad (de máximo una hora por trámite), con varios puntos físicos de atención en la ciudad (mínimo tres), y virtuales en aquellos casos que no sea necesario desplazarse hasta una oficina física, todo esto nos permitirá recuperar eficiencia y competitividad en esta materia, tan abandonada y alejada del bien común.

El secretario de Movilidad no puede continuar siendo un tramitador, debe, en esencia ser un funcionario técnico con conocimiento y experiencia, dedicado a estudiar y formular la política de movilidad del municipio, la de ahora, que lleve a descongestionar la ciudad, pero la de los próximos 20 años, integrando una movilidad sostenible (la bicicleta y el desplazamiento a pie son la salida, pero esto requiere optimizar el equipamiento urbano), obras de infraestructura vial que impacten la reducción de tiempos de desplazamiento, semaforización inteligente y saltar rápidamente de un sistema estratégico de transporte a uno integrado e inteligente que involucre el sector rural, el transporte intermunicipal y logístico para la ciudad.

La Secretaría de Movilidad debe dejar de ser la cenicienta burocrática y comodín de apetitos electoreros, para avanzar con planificación en el fortalecimiento de una ciudad amable y turística, que permita en breve tiempo diseñar un transporte compuesto con un teleférico para Toche y Tapias (la competitividad turística nos debe llevar a conseguirlo en un mediano plazo) y (al oído del Gobierno departamental) un tren pesado para la zona del Parque Nacional Natural de los Nevados, con Ibagué como centro de conexión e integrador con el norte del Tolima, Cundinamarca y el eje cafetero. Es en esto que debemos estar pensando y, en ese orden, tenemos mucho por hacer, pero es la hora.     

CAMILO ERNESTO OSSA B.

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