Perfil departamental

Camilo Ernesto Ossa Bocanegra

¿Cómo está, en materia económica, el departamento del Tolima hoy día? Es una pregunta clave para entender, en esta época electoral, qué propone cada uno de los candidatos y candidatas, no solo a la gobernación del Tolima, sino a la Alcaldía de Ibagué, porque sin duda, las acciones y proyecciones deben estar cohesionadas entre ambos entes territoriales.
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Los problemas que tiene Ibagué y de los que no escapa el Tolima, implica proponer alternativas que superen el atraso en el que nos encontramos, de manera profunda, no con soluciones maquilladas que en nada nos aporta a un verdadero desarrollo.

La Oficina de Estudios Económicos del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, en el pasado mes de julio, publicó el perfil económico del departamento del Tolima, en el cual hay unos datos bastante interesantes y que, por supuesto, muy cuestionadas quedan las gestiones de las administraciones departamentales, más que por los resultados, diría yo, por la (falta de) lectura propositiva de la realidad territorial. Sin embargo, hoy quiero que miremos lo sugerente (entre líneas), del perfil publicado. A diciembre de 2022, el crecimiento real del PIB del departamento se ubicó en un 4,3% frente al 7,3% del total nacional (muy por debajo), pero llama la atención (de hecho es una confirmación de lo que sabemos, somos principalmente en el departamento) nuestra marcada vocación agrícola, pecuaria y pesquera, porque, dentro de esa bajo crecimiento real del PIB, es este sector el que mayor participación porcentual en el PIB tuvo durante el 2022, con el 21,1% con relación al 8,3% del total nacional.

No olvidemos que el pasado 5 de abril, el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas –DANE- publicó la Gran Encuesta Integrada de Hogares –GEIH- y el Tolima, para el 2022, ocupó la segunda tasa de desempleo por departamentos a nivel nacional, con el 15,7 %, tan solo detrás del departamento de Cesar. Resulta relevante este dato, pues es un problema que debemos atacar a profundidad y en la ruralidad existe una oportunidad (por la tierra y la preferencia, ya los datos de arriba lo indican), no solo en el departamento, sino en Ibagué, básicamente por la estructura agrícola y pecuaria de nuestro territorio. De aquí se desprenden tres elementos claves de acción para darle oportunidad y crecimiento económico al Tolima.

Primero, dado que el sector de mayor crecimiento real en el PIB donde se encuentra la agricultura, afecta enormemente que, los principales productos que importa el departamento sean, gallinas y gallos vivos (15,3%), insecticidas (7,3%) y leche concentrada (3,6%), entre otros, aquí necesitamos una gran apuesta en el segundo elemento, esto es, mayor inversión en innovación, resultado de investigación y desarrollo (tecnología para el campo). Tercero, la reforma agraria es una oportunidad para nuestro departamento, por la recuperación de tierras improductivas que aporten al crecimiento del campo, además porque el Tolima, es uno de los 19 departamentos beneficiados con la titulación de tierras productivas, que aportan al crecimiento. Sería importante, también, abrir la discusión en relación a los bienes baldíos que están en nuestro territorio (improductivos), pero que también sirven para llevar a cabo obras públicas en beneficio de los y las tolimenses.

En otra ocasión hablaremos del turismo, donde también hay oportunidades, que, sobretodo, el norte del Tolima, puede aprovechar.

CAMILO ERNESTO OSSA B.

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