Pasos rápidos de animal grande

Camilo González Pacheco

Varios politólogos colombianos, conocedores del tema de los Acuerdos de Paz, están escuchando cercanos, reiterados y pesados pasos de un animal grande – de seguro, la bestia de la derecha guerrerista – que busca aplastar la iniciativa de paz, firmada con las Farc. Como no han podido hacer trizas el documento primario y base del Acuerdo, ahora intentan bloquear el proceso, para destruir el camino recorrido, buscando hasta encarcelar los antiguos comandantes que cumpliendo su palabra de paz, han entrado leal y legalmente, en la vida política cotidiana del país.
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Y, para aumentar el complique, el camino para avanzar en ese proceso de paz, como dice la conocida canción de Lisandro Meza: es culebrero. Cada vez más culebrero. Lleno de altibajos y tinterilladas. Así parece haberlo  reconocido, - cada uno con su visión estratégica propia -,  dos importantes y trascendentales gestores de dicho proceso, precisamente al acabar de cumplirse cinco años de su implementación: Juan Manuel Santos – con mesurado optimismo-  y Rodrigo Londoño “Timochenko”,  con evidente alarma ante lo incumplido, y por ello y otras razones de peso coyuntural,  preocupado ante una posible y  perentoria escisión de su partido Comunes.   

Hablando de Timochenko, ha sorprendido su confusa predicción según la cual en 2022 “se vivirá un nuevo plebiscito en la que se escogerá seguir con la implementación o 50 años más de guerra.” Afirmación bastante enredada. Confusa de pies a cabeza. Se presume que el plebiscito referido por Timochenko, tiene que ver con las elecciones legislativas de Senadores y Representantes en marzo de 2022. Y eso de participar y ganar elecciones, desde los sectores alternativos en este sistema clientelista y politiquero es de verdad, muy difícil, aunque –hay que reconocerlo – se han dado importantes e históricas hazañas de este tipo. Lo de 50 años más de guerra si es lunático desde donde se le mire.  

La esperanza de cambio a partir de procesos electorales,  se siembra desde ahora, en los votos alternativos. Son por esencia, votos cualificados, pensados, analizados. Afortunadamente han logrado victorias importantísimas en ciudades con votos de opinión creciente. Y esa franja de democracia y humanismo, va creciendo en la opinión pública nacional. Ojala se extienda creativamente en toda la geografía nacional, como un respiro de cambio real y esperanza constructora. Ahí, es donde la juventud tiene que participar y ganar.  

De todas maneras, no debemos perder las esperanzas de vivir más temprano que tarde, en una Colombia en paz con desarrollo integral. Ese sigue siendo el reto histórico y democrático. Cumplir con lo pactado. Esa es la alternativa.

 

CAMILO GONZÁLEZ PACHECO

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