“al mal tiempo, buena cara”.
Porque además tiene que aprovechar las navidades para dar sonrientes consejos (pero, ojo, con s, porque los que se escriben con c no sirven p’a nada como Lucho Ramos, el defenestrado miembro del “cotolclan” de la corporación municipal, nos lo demostró hasta la saciedad) a los vecinos de este solar, menestados siempre de guía y orientación.
La cosa, pues para reír no está.
Como estará de jodida, que hasta Arnulfo y su hijo, tuvieron que desempolvar y reeditar los muñecos viejos para retomar la pauta embolatada de los antigüos clientes, desoyendo el sabio consejo del maestro Villamil: que eso “…es pretender que broten nuevas flores en troncos viejos metidos en el agua…”.
Así que ustedes entenderán lo difícil que le resultará desear feliz navidad y reír, jo…,jo..,jo… jo, viendo desde arriba en su trineo todo esto llenito de desplazados correteados de la Tercera de donde un día no muy distante hace, también sacaron a los famosísimos Cholagogue, Badana y la Güacharaca, ubicados en las calles adyacentes tratando de vender, trompos, muñecos, manzanas, uvas, aguacates y C.D’s con la musiquita pa’ gozar en navidad, p’a ganarse siquiera p’al buñuelo y la natilla, y a los rapaces golosos tratando de hacer su fiesta a costa de los despabilados que se dejan meter la mano.
Sin embargo, a pesar de tanto desgreño, penuria y desocupación, quiero desearles junto con el longevo Noel, Jo…, Jo… Jo… Jo…, feliz navidad y un futuro con tanta prosperidad o más que la que tuvieron los Nule & Cia hasta hace poco, pero más duradera que la de éstos; aprestarse a enfrentar las administraciones de Delgado y Luís H. (“Dios nos coja confesados”), y trabajar, trabajar y trabajar como única forma p’a salir de la olla algún día.
Por ello Don Severo
Los quiere aconsejar,
-claro-, si quieren permanecer
sin las extremidades quebrar,
esquivar muy bien los huecos,
y a los golosos chequiar
antes que los aligeren del billete y celular.
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