En 2009 la industria colombiana sufrió una caída del 4.6%. Fue un año crítico, pero desde mediados de 2010 el sector tuvo un desempeño positivo, hasta alcanzar una variación acumulada de doce meses de 5.2% en noviembre de 2011.

A partir del siguiente mes comenzó a desacelerarse la actividad fabril hasta tocar fondo en octubre de 2013 con una caída del 2.6%. En noviembre pasado se produjo un punto de inflexión y la industria comenzó a reanimarse. Para el presente año todo apunta a señalar que soplarán buenos vientos para el sector empresarial en general, y no sería de extrañar que la industria manufacturera alcance un aumento del orden del 3% o más.

La perspectiva inmediata es positiva por varias razones. En primer lugar, está que el precio del dólar ha subido, lo que eleva la competitividad del sector exportador de manera nada despreciable. Segundo, se tiene proyectada una cuantiosa inversión en infraestructura, que elevará grandemente los pedidos de cemento, asfalto, maquinaria pesada, acero y un largo etcétera.

Al mismo tiempo, aparece que la construcción de vivienda en todos los estratos continúa a un buen ritmo y ahora más ante el mantenimiento de tasas de interés subsidiadas para las viviendas destinadas a estratos medios, que se acordó hace un par de días entre el Gobierno y la banca hipotecaria.

Igual los estímulos contemplados en el llamado Pipe coadyuvarán. Y otro aspecto tiene que ver con el hecho de que a partir de este año a los empresarios se les elimina la contribución a salud a su cargo, aunque este alivio, contemplado en la Reforma Tributaria de diciembre de 2012, será parcialmente contrarrestado por el generoso aumento del salario mínimo acordado al cierre del año anterior y por el impacto del Cree sobre las finanzas privadas.

En todo caso, vale la pena recordar que el tema de las elecciones parlamentarias y presidenciales, que se llevarán a cabo en el primer semestre de este año, también agrega un ruido incierto a la economía.

De otra parte, las proyecciones de crecimiento, tanto para América Latina como para Colombia, realizadas por organismos internacionales, sugieren que en 2014 la economía crecerá un poco más que en el año anterior y que en 2015 las cosas serán aún mejores. Colombia se verá beneficiada por el fortalecimiento de la demanda externa, a medida que EE.UU. y Europa superen la recesión.

Por último, Ibagué debe “cacarear” a los inversionistas, como quiera que es la segunda ciudad del país donde es más fácil hacer negocios, según el mismísimo Banco Mundial.