Berracundeo: Chirrinche

El chirrinche no da guayabo, pero afloja la lengua, me dijeron unos amigos que me invitaron a pasar un día a orilla del Magdalena, observando tortugas, preparando chirrinche, comiendo viudo de pescado y escuchando música.

Se comprobó la segunda afirmación. Llegamos a la finca y repartimos tareas. Me tocó la más fácil. El fogón estaba prendido, encima el alambique con el guarapo y el anís en la primera olla, la de abajo, el de la especie de pitillo en la segunda olla para el goteo del guarilaque. Únicamente me tocaba cambiar el agua del platoncito de la parte superior. Eso sí, sin parar un momento. Cuando todo estaba en marcha nos fuimos en grupo y en silencio a observar más de cincuenta tortugas que estaban de paseo en una playita frente al rancho.

El silencio se arrullaba con chirrinche anisado y fresco que rotaba sin descansar hasta que nos llamaron a la barbacoa. Viudo sobre hojas de plátano, caldo en totumas y los rajaleñeros recordando los tiempos cuando la tambora lanzaba su llamado a la alegría. Después vino la hora de la carreta, la tomadura de pelo y la comprobación de la aflojada de lengua con la ayuda del chirrinche.


Se habló de lo humano y lo animal. De milagros y maldiciones. Ninguno bachiller pero todos convertidos en científicos. Antes se daba serenata con música de cuerda y ahora se hace ruido con mariachis, dentro de poco las serenatas se van a dar con bandas marciales. Un escapulario vale más que la Constitución. Anteriormente unos personajes pagaban para que les limpiaran los antecedentes penales, ahora pagan para hacer crecer el prontuario que es lo que les da estatus.


La justicia debe ser respetada por todos los colombianos y el primero que sale a darle madera es la primera autoridad de la nación, algo así como decir en La Picota que se acatan las determinaciones de los jueces, o hablar en un prostíbulo de la importancia de la virginidad. Primero fue una pandilla oficial contra la Corte, ahora hasta la prensa dispara contra la justicia mientras oculta verdades que debería destapar.


Miren el Tolima, dizque el Chocó del interior, y dan ganas de botar coronas secas. Vuelve a sonar Víctor Carranza con su paramilitarismo pero dejando por fuera a los ángeles que desde el poder lo han protegido, incluido quien llamó a un Fiscal de la Nación, en horas de la madrugada, para lagartear ayuda para el esmeraldero detenido. Se habló del tamaño de la enjalma para Álvaro González Alzate, vicepresidente de la Federación de Fútbol y semoviente necesitando coso.


Y por este lado tocó mencionar la mafia del fútbol que se pasa por la faja el fallo de un juez y no deja jugar a Wílder Medina por que los dejan mandar más que al propio Estado. Chistes ventiados sobre esa pendejada que llaman comisión de absoluciones, que no ha pasado de ser una estancia para favorecer la corrupción. Lo del Palacio de Justicia ya desespera. Se quiere ocultar la verdad y lo  están logrando, como para no olvidar lo dicho por López Michelsen, sobre el pacto entre partidos para no hacer justicia sobre el caso. Se escandalizan por la posibilidad, por lo menos en teoría, que la Corte Penal Internacional mire al presidente que se le aflojaron los pantalones y nada dicen sobre los crímenes del exfiscal Luis Camilo Osorio. Lo que hace el chirrincho y amigos dando cuerda.


Se mencionó hasta el Tapasco que todo el Viejo Caldas calificaba de criminal y fue el autor intelectual del asesinato del periodista Orlando Sierra. Claro que se hizo mención al robo de las Islas del Rosario por parte de familias “honorables” que no han pagado sus deudas con la justicia, cosa similar a lo que se observa en el Parque Tayrona. Un despelote tan grande como el que se está viendo en Taganga con las mafias acabando con ese paraíso.


A pesar de la prendida ninguno opinó sobre lo que pasa en Ibagué, donde se volvió ético tumbar a un gremio y recibir millonario premio por semejante pendejada. De verdad que el chirrinche no produce guayabo. Lo produce lo que vivimos.


Credito
HÉCTOR GALEANO ARBELÁEZ

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