El primero conocido fue el Rey egipcio Narber, de la Dinastía Cero. A él le correspondía el control del uso de sus aguas y a los dioses la protección de sus afluentes, los ríos Azul y Blanco. El Nilo fue la principal vía de comunicación del reino e hizo posible la civilización egipcia. Alguna similitud con el Magdalena y Colombia. Infortunadamente el Magdalena no tiene protectores ni dolientes, algo que se hace más notorio ahora que las internacionales mineras caminan a pasos agigantados en la destrucción de sus afluentes, la desertización de sus zonas de influencia y la desarticulación del tejidos social en las zonas afectadas por su voracidad. Mientras Piedras, una parte de Cajamarca y varias agrupaciones sociales defienden el agua y el futuro del Tolima, el gobierno nacional abre las puertas sin pensar el futuro. La semana pasada en la Gobernación se montó un sainete para tenderle tapete rojo a la carreta a favor de Anglogold, carreta que los asistentes no toleraron, lo que puso furioso al gerente del proyecto que en comunicado de prensa regaña a los que no quisieron escucharlo. Ya es el colmo. Ahora resulta que es pecado no comerles el cuento. Algunos de los fletados justifican el boletín de prensa argumentando que es solo una demostración del sentido de humor negro de su patrón.

Pero el que la sacó del estadio fue el abogado Rafael Nieto Loaiza quien el día que recibió su tarjeta profesional, que lo autorizaba a litigar, firmó un contrato multimillonario con el gobierno para defender a Colombia ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, a tres días de vencerse el plazo para presentar su alegato, en el cual afirma que en la retoma del Palacio de Justicia no hubo desaparecidos, contrariando las evidencias y los fallos de la justicia colombiana. Dicen que el abogado fue el candidato que impusieron los militares,  desesperados por lograr la impunidad total para lo que pasó y lo que viene. Lo único cierto es que en este caso el abogado y el gobierno solo ponen de manifiesto su humor negro.

Humor negro sobra en el país. ¿Qué se les puede decir a quienes predican que en Colombia existe la democracia participativa? ¿Qué tal los que saltan de partido en partido cuando al único partido al que le son fieles es al Presupuesto? ¿Y los que venden diplomas en áreas que no conocen, pero reciben respaldo oficial para robar pendejos, así sea para evitar una tesis de grado? Del carajo el humor y el descaro de los procesados que ofrecen renovar sus partidos con amigos de condena corta Ni mencionar las promesas de lucha contra la corrupción y la transparencia.

¿Cómo se justifica, por ejemplo, que el rector del colegio Reyes Umaña de Ibagué  se la monte al profesor José Alejandro Pinzón, con lo de la carga académica y  pidiendo su traslado, por haberlo reemplazado como rector durante el tiempo que lo suspendió la Contraloría? Matoneo y humor negro. Sobran ejemplos.