Canta el alma de mi raza…

Guillermo Hinestrosa

No podía empezar mejor el poema que encumbró al Bunde como himno de los tolimenses. Un lamento, que luego de invocar al variado linaje, vocea una seguidilla de proclamas de amor que encienden el corazón con una danza alegre, que mitiga la pena de vivir en un terruño amado y doliente. Una mixtura de guabina y vals que luce tanto en zapatillas como en alpargatas. Emblema de los aires que arrullan nuestros valles y montañas.
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He asistido a mil reuniones que intentan descifrar la vocación de esta ciudad. Tiene razón Augusto Trujillo al afirmar que en el acervo espiritual del Tolima residen nuestra identidad y claves de futuro. Salir del fango de una cultura ética en crisis y una economía en la sin salida. 30 años atrás el departamento del Cesar vivía del algodón, hoy lo hace más del vallenato. Su leyenda conquistó los premios Grammy, que instauraron una categoría exclusiva para el género. En el Tolima también se extinguieron los algodonales, las desmotadoras, hilanderías y textileras; a gatas sobreviven los confeccionistas. En siete años el TLC con Estados Unidos podrá arrasar los cultivos de arroz, pero nada ni nadie podrá ahogar los aires fiesteros, las letras de nuestros narradores ni las obras de arte de nuestra estirpe bravía.

Este año regresó el Festival Nacional de la Música Colombiana al que nos habituó Doris Morera de Castro. Los próximos 14, 15 y 16 de agosto Julia Salvi trae de vuelta el Ibagué Festival, evento de talla mundial, que convoca intérpretes de todas las latitudes a entablar un diálogo incluyente, diverso, expresado en el lenguaje universal de la Música. Salsa, pop, tango, rap, hip hop, sinfonías y sonatas repicarán tanto en barriadas populares como escenarios dispuestos para la ocasión.

Memorable lo ocurrido en 2019. Bach, Schubert, Piazzola, los Gaiteros de San Jacinto, Monsieur Periné, Alkilados, La 33, Martina la Peligrosa. La presentación de Hanzhi Wang, virtuosa china del acordeón que viene de las plateas del Carnegie Hall de New York y el Kennedy Center de Washington D.C., para alternar con Ali A.K.A. Mind, en el Parque del Sur de Ibagué. O los talentosos raperos coterráneos de Letal Fuzion:

“Para nadie es un misterio, la verdad vive encubierta; mi voz no convencida que la calle estaba muerta… inventan, hablan mierda, todos viven de apariencias, venimos a dar vida y sentido a la existencia. Vamos por vía recta, en línea de resistencia”.

¡Texto premonitorio de las arengas que hoy gritan los jóvenes colombianos!  

2022 se augura como un año icónico. Ibagué fue escogida por el Bureau de Capitales Culturales como la 24ª Capital Americana de la Cultura. Ya lo fueron Santiago, Guadalajara, Cuzco, Quito y Brasilia. Gran logro de la Secretaria de Cultura, Greis Cifuentes. Los retos no son pocos: dos Zonas ADN, la finalización del Panóptico, la estabilización del MAT, la concreción de proyectos de infraestructura, como la intervención del Parque Centenario, el Musicamino, los dos conservatorios; mantener vivo el tejido cultural consolidando los mencionados eventos y otros nuevos.

Esperamos que las presiones electorales no arrojen al infierno la inesperada oportunidad histórica que encontró esta administración de dejar un legado. Alcalde Hurtado: aproveche al presidente Duque, enfóquese en los proyectos y olvídese de los contratos tipo Juegos Nacionales. 

GUILLERMO HINESTROSA

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