Alex Char el distraído 

Jorge Enrique Robledo

En entrevista con María Isabel Rueda en El Tiempo, Alex Char, dos veces alcalde de Barranquilla, gobernador del Atlántico y jefe político de los alcaldes de la ciudad desde 2008, reclamó, como un derecho, la Presidencia de la República. Porque su gestión había sido tan acertada que no atinó a recordar nada que pudiera ensombrecerla, opinión que llevó a un barranquillero a comentarme: “Alex Char el Distraído”. Porque, en primer término, en la Barranquilla de hoy, luego de trece años de Alex Char y de charismo, 67 de cada cien habitantes solo tiene dos comidas al día, situación de hambre –¡de hambre!– que en el resto del país también es grave pero que en el promedio nacional martiriza al 30 por ciento, bastante menos. Muy distraído, sin duda.
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Alex Char se ufanó de su gestión en la Triple A, empresa de acueducto a la que el Distraído le ha controlado su junta directiva y sus gerentes y en la que encopetados pícaros españoles y barranquilleros se robaron 237 mil millones de pesos, además con contratos irregulares por $97 mil millones entre solo 2012 y 2016. Tan escandaloso fue el torcido –que se destapó en España, no aquí–, que el Procurador General anunció que investigaría a Alex Char, a Elsa Noguera y a Jaime Pumarejo –hoy por hoy, gobernadora del Atlántico y Alcalde de Barranquilla y subalternos de la Casa Char–, investigación que como era de esperarse se quedó en el anuncio. Mis detalles sobre este caso: https://wp.me/p99Bcq-2Ck.

María Isabel Rueda le preguntó a Alex Char sobre las denuncias de Aida Merlano –hoy condenada por corrupción electoral–, quien acusó a la familia Char de haber sido su socia en las ilegalidades de las elecciones de 2018 y de haberle organizado su fuga de la cárcel. Y el Distraído respondió que no había tenido nada que ver, “nada, en absoluto”, porque “yo era Alcalde de Barranquilla y no participaba como candidato a nada”. No se sonrían, que eso dijo el más distraído de los políticos colombianos. Porque si algún deber tiene en Colombia un alcalde de los mismos con las mismas, es usar la contratación pública y toda su capacidad de presión política para que su combo siempre gane las elecciones, y con más razones si su hermano era candidato al Senado.

Este precandidato a la Presidencia tampoco supo que, en su largo reinado político, Electricaribe hizo lo que se le dio la gana contra barranquilleros y costeños, prestándoles un servicio muy caro y muy malo, razón por la que esa transnacional española fue expulsada de Colombia. Pero no por ninguna acusación de Alex Char, pues junto con ella también actuó –es un decir– como el Distraído.

Tampoco supo Alex Char del negociado de la compra de la mitad de la Electricaribe estatizada por parte de Air-e, empresa de un poderoso colaborador de Cambio Radical, que pagó por ella 285 mil millones de pesos a pesar de que la Creg la valoró en 2,4 billones. Y tampoco han dicho nada Elsa Noguera y Jaime Pumarejo contra este torcido, que además llegó amarrado a un alza progresiva y real de las tarifas del 73 por ciento, escandaloso incremento y precio de venta a la barata definidos por Duque y los congresistas duquistas de la Costa.

Más desatento que nunca, Alex Char también dijo que no se enteró de los negocios escandalosos que compartió con los Nule, sus socios y familiares cercanos, incluido el de la vía Bogotá - Girardot. Y menos se enteró de que no eran aptas para construir unas tierras de su propiedad que urbanizó en Barranquilla –el barrio Campoalegre– y cuyas casas se derrumbaron, sin que nunca respondieran ni el Distraído ni el Distrito de Barranquilla.

Para rematar, Alex Char el Distraído tampoco se enteró de lo que ocurría en el Ministerio de Karen Abudinen, cuota suya y de su familia en el gabinete de Duque, también tan distraída que se le perdieron 71 mil millones de pesos del internet de los más pobres de Colombia. Si todo esto ha pasado bajo el poder de Alex Char el Distraído administrando asuntos relativamente pequeños, ¿se imaginan de cuántas de cosas malas no se dará cuenta como Presidente de un país de 1,2 millones de kilómetros cuadrados, 50 millones de habitantes y un presupuesto de 350 billones de pesos

Jorge Enrique Robledo.

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