El tiempo perdido de La Habana

Resulta improcedente suspender temporalmente el proceso de paz. La única opción es terminarlo. Es una negociación sin respaldo político ad portas de elecciones para un nuevo mandato. Además, al cabo de un año no hay avances y el delicado asunto del narcotráfico nunca arrancó. En este punto, el maridaje de las Farc con los carteles –nacionales o mexicanos– hará parte de otro fracaso anunciado.

“Voceros” de primera y segunda

Las comitivas que entran y salen de La Habana son vox populi. La romería no es sólo de políticos, también académicos, periodistas y activistas de derechos humanos.

De las Naciones Unidas a La Habana

El discurso del presidente Santos en pro de las negociaciones de La Habana –no de la paz– en el desolado auditorio de Naciones Unidas, fue reiterativo, a veces contradictorio y definitivamente inútil.

Dónde va la Justicia Transicional?

Desconcierta la fractura entre la “verdad real” y la “verdad procesal” de la Justicia Transicional. Aterran sus métodos que convirtieron a delincuentes en “acusadores de oficio”. Inquietan sus fallos cargados de generalizaciones, peligrosas omisiones y graves sesgos políticos. Los verdugos de ayer, hoy son las víctimas y prima su “verdad vindicativa” a cambio de rebaja de penas.

El “Gran Pacto Agrario”

El peligroso escalamiento de la violencia durante el paro nacional, es un mal precedente para el “Gran Pacto Agrario”.

Nudo gordiano

Es evidente la desesperación a medida que se acercan los comicios, como protuberantes los dilemas de ética democrática que el Gobierno debe resolver.

¡Pudo haber sido peor!

No deja de sorprender la falta de coherencia de este Gobierno en el manejo de las tensiones sociales. La protesta legítima ya no es válida, es inocua porque no impacta: no conduce a nada.

Pescando en río revuelto

El paro nacional agropecuario del 19 de agosto es legítimo porque sus causas lo son. La crisis de sectores, como el lechero, justifica la protesta civilizada. Mal haría Fedegán en no respetar el derecho a la “calle” para exigir soluciones, tantas veces prometidas e inexplicablemente aplazadas.

A llorar sobre la leche derramada

En el momento más crítico para la ganadería, con una inflexión negativa nunca antes sentida y sin instrumentos de reconversión productiva, se puso en vigor el TLC con la Unión Europea. Será el responsable de la quiebra de los primeros 40 mil productores, de muchos más que se sumarán, a medida que se profundice el efecto agregado de todos los acuerdos suscritos.

¿Quién incendió el país?

Los “indignados” del campo y la ciudad, se están tomando el país. Lo grave del fenómeno es que puede acentuarse en lo que resta de esta administración, por cuenta de las crecientes demandas sociales sin atender y el pobre crecimiento económico.