Diálogos de … ¿paz?
Las cartas se destaparon y, aunque no sorpendieron, el ruido de los diálogos llegó cargado de preocupaciones. ¿A qué precio volvemos a explorar una fórmula, que tantas veces nos dejó en el umbral de un Estado fallido? Aunque quiero la paz como cualquier colombiano –quien no la quiere– no creo que las condiciones estén dadas.