En defensa de los “atenidos”

Juan Carlos Aguiar

En las muchas ocasiones que entrevisté a la hoy vicepresidenta de Colombia, Marta Lucía Ramírez, me llevé la mejor de las impresiones.
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Me pareció una mujer admirable y llegué a creer, aunque hoy suene a chiste, que podría ser la primera mujer en ocupar la presidencia. Digo que suena a chiste porque las salidas en falso de Marta Lucía Ramírez, a lo largo de su ejercicio como segunda al mando del gobierno de Iván Duque, la han convertido en la burla de muchos colombianos.

Ella, quien ha sido Ministra de Defensa y de Comercio Exterior, Embajadora en Francia, Senadora y profesora de prestigiosas universidades, pareciera haber alcanzado su punto culmen en descaches esta semana en una entrevista en Noticias Caracol. Cuando le preguntaron sobre su propuesta económica para que la gente no aguantara hambre en medio del confinamiento por el coronavirus, dijo que “no es estar atenidos a ver qué hace el gobierno”.

Las redes sociales saltaron en rechazo de estas desafortunadas palabras y las críticas en su contra fueron tan fuertes que el menor de los descalificativos fue llamarla “irresponsable”. No Marta Lucía Ramírez, no es estar “atenidos”, como usted lo dice, es estar atentos y esperanzados a lo que pueda hacer el gobierno por sus ciudadanos en una crisis tan grande. ¿O es que usted no ha visto lo que otros gobiernos del mundo hacen por su gente?

En lo que sí tiene razón, señora Vicepresidenta, es en que Colombia no es un país con un gran músculo financiero para entregar subsidios a diestra y siniestra, pero sí debe ser un Estado serio en el que las ayudas lleguen a los sectores más vulnerables. Debería usted, en vez de dar lecciones a los colombianos sobre qué esperar, dedicarse desde su poderoso despacho a destapar los graves hechos de corrupción que en estos días de pandemia se asoman con desfachatez, haciendo más agobiante la precaria situación de millones de hombres, mujeres, niños y ancianos.

Le pregunto, ¿hacia dónde deben mirar los más necesitados Vicepresidenta, si no es hacia el Estado? En México, por ejemplo, los grupos narcotraficantes, con sus máquinas de guerra, reparten mercados en los sectores más deprimidos, al igual que lo hizo Pablo Escobar cuando construía canchas de fútbol, iluminaba calles, o edificaba barrios enteros. ¿A estos criminales es que deben estar “atenidos” los colombianos?

Ese mismo Estado, del que hoy deberíamos estar esperanzados, es el responsable de establecer unas reglas claras para el estricto cumplimiento de la ciudadanía. Recuerde que Iván Duque y usted fueron elegidos para gobernar, y eso implica hacer más llevadera la vida de los colombianos y acompañarlos y apoyarlos para satisfacer sus necesidades básicas. Menos mensajes en Twitter y más acción es lo que necesita el país en este momento.

Confío en que nada de lo que usted ha compartido en esa red social, sea de mala fe, ni cuando dio por muerto prematuramente a Belisario Betancur, ni mucho menos cuando pretendió ser la mensajera de niños pobres que le enviaban saludos al Presidente.

Entienda que solo basta mirar un poco más allá de los vidrios blindados de su camioneta, para descubrir que el coronavirus es la prueba contundente de que la desigualdad se convierte en un arma mortal en contra de los menos favorecidos. O de los “atenidos” como usted prefirió llamarlos.

JUAN CARLOS AGUIAR

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