La cultura del alcohol

Ante las varias riñas, lesiones y muertes recientemente sucedidas durante las festividades folclóricas, causadas por conductores y ciudadanos embriagados, vuelve a emerger en la opinión el ingenuo y simplista “remedio santanderista”, ya tradicional entre nosotros, de creer que para dar solución a los problemas sociales que nos afectan, independiente de su complejidad, basta la expedición de una norma, en este caso una que reduzca las garantías que el ordenamiento penal ha consagrado para los causantes del daño a título culposo y endurezca la pena a imponerle a sus autores.

¡En Ibagué los andenes tampoco vibran!

Como bien lo sabemos, los andenes o aceras son parte del espacio de circulación destinado a los peatones, solo que en esta musical ciudad se encuentran tan deteriorados, dejados o abandonados como sus calles y lo más insólito aún, con un dificultoso cuando no imposible tránsito, puesto que desde su diseño y posterior construcción, no se han tenido en cuenta las personas que con alguna limitación, dificultad o discapacidad física o sin ellas, van a ser sus usuarios.

La educación pública en Colombia: un sector en crisis

Es increíble pero cierto: en el hipotético caso de que este artículo fuese leído por 100 de nuestros bachilleres, solo 50 de ellos lo entenderían, no debido a una eventual complejidad que definitivamente no tiene, sino como consecuencia de la circunstancia reseñada por el diario Libération fundado en Francia en febrero de 1973 por el filósofo y profesor universitario Jean-Paul Sartre y hoy orientado por el empresario Édouard de Rothschild: que certificó como “...de cada 100 “bachilleres” que egresan de los planteles educativos públicos en Colombia, 50 apenas si saben leer y escribir...”, es decir que son analfabetos funcionales y presentan dificultad para la inteligencia de las matemáticas y las ciencias, al igual que para realizar la mayoría de las tareas cotidianas, lo cual impide su integración de manera efectiva a la sociedad.

“Las festividades folclóricas”

Una vez más, llegado el sexto mes del año en esta ciudad de la música celebramos el “Festival Nacional del Folclor”

¿Constituyente o reconstituyente?

La reacción de las gentes del común en las calles de las principales ciudades del país ante el reiterado propósito de nuestro inefable presidente de convocar una constituyente para reformar la Carta del 91 con miras a apalancar la prolongación de su mandato y/o su eventual reelección, está llevando a entender lo que este quiere obtener: un reconstituyente que le ayude a recuperar el perdido respaldo de una opinión, fatigada con su altisonante e incendiario verbo, y la reiterada amenaza de su bélica actitud y la de sus “primeras líneas”, “desde la calle”.

¿1, 2 y 3, Petro otra vez ?

En qué estaría pensando Petro cuando en sus deshilvanadas monsergas de los últimos días coloca sobre las varias mesas de diálogo y negociación en procura de su “paz total”, temas que no le competen en cuanto cabeza del ejecutivo, dizque “, …porque allí se deben debatir los temas que hacen parte del verdadero querer del “pueblo colombiano o constituyente que llaman”, pese a que las encuestas de opinión hoy le desconceptúan tanto a él como a su inconsistente actuar político y su vacua idea de reforma de la Constitución sin respeto alguno por la normatividad vigente puesto que ”… a él no lo obligan los procedimientos constitucionales como en su momento no obligó a su ejemplo y guía: el comandante Chávez del bravo pueblo de Venezuela”.

La muerte de otro irreemplazable amigo

El inexorable paso del tiempo nos va privando de gentes valiosas, pues de forma lenta y gradual casi que imperceptible, la muerte se los va llevando, como pasando las hojas de un calendario en uso.

Corrupción, ‘desgobierno e improvisación’

Son tantos los casos de corrupción e improvisación que se registran al interior del actual Gobierno y que se incrementan con el paso de los días, que ya superaron y por mucho el discurso sobre el que el Presidente Petro edificó su imagen política cimentada en la "anticorrupción", "la transparencia" y  “el respeto a las instituciones”.

Contra la destrucción del país: ¡a marchar!

La principal debilidad de nuestra democracia radica en la falta de consolidación de una conciencia colectiva y en la flaqueza de la memoria de una desarticulada población que se conmueve hasta los tuétanos, se mece el cabello y gime ante los últimos acontecimientos conocidos, pero retorna a su cotidianidad a los pocos minutos, dejando hundido en el olvido aquello que la perturbó inmensamente, tal como si no hubiese sucedido.

Un atentado contra nuestro principal producto

La historia del café en Colombia se remonta a 300 años atrás, cuando miembros de la comunidad Jesuíta trajeron al país esta rubiácea la cual por entonces era consumida casi que exclusivamente en Etiopía y en todo el mundo árabe.