“Caótico, utópico e irracional”

Manuel José Álvarez Didyme

Fueron los adjetivos con los que fue calificado nuestro presidente y no precisamente por un híspido “ultraderechista”, sino por el nieto del “inspirador del Pacto Histórico” y del más izquierdoso de los gobernantes que en el país han existido, también hijo de éste y así mismo exmandatario de esta Colombia inmortal a nombre de “la siniestra” como fundador del Movimiento Revolucionario Liberal, además expropietario de la hebdomadaria revista ‘Semana’, quienes como se sabe, siempre se han autodefinido como “los más progresistas entre los progresistas”.
PUBLICIDAD

O sea que el inspirado calificador, que al responder la reciente entrevista que para el diario El Tiempo le hizo María Isabel Rueda en su ‘Cara a Cara’ el pasado lunes 8 de mayo, le endilgó los altisonantes epítetos arriba reproducidos a nuestro zurdo gobernante, no fue otro que el empresario de medios y reconocido periodista de izquierda, ‘Alfonsito’ López Caballero.  

Petro, “caótico, utópico e irracional”, en cuanto a lo “descuadernada” que tiene la economía, con un crecimiento que no va a llegar al finalizar el año siquiera al 1 %; con una incertidumbre que frena la inversión; con la infraestructura al igual que la minería legal paralizadas, y un panorama de empleo oscuro como el que más, a causa de las “reformas” por él propuestas.

Y ni qué decir del “des-orden público” y la inseguridad que está afectando a todo el país, con más de 50 grupos con más de 20 mil hombres en armas y “in crescendo” como una consecuencia del radicalismo y la casi-impunidad, legítimas expresiones de la desacertada “paz total” y del equivocado concepto de “Colombia Potencia de Vida” que orientan su gobierno en su obsesión de “refundar la patria”.

Mientras la inflación, el costo de los alimentos y el desempleo crecen sin pausa, como lo indican los informes del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, presagiando la crisis generada por “las inefables reformas” y el inicio de su nuevo modelo económico que, como se puede advertir, no será de recuperación, en el que la tasa de desocupación urbana continuará incrementándose en forma ininterrumpida, sin que podamos creer que con la exacerbación de la retórica de la lucha de clases, la declaratoria de guerra contra las instituciones y el enfrentamiento entre presuntos buenos y malos, como viene haciéndolo el presidente, se remedien los problemas del país.

Puesto que los resultados positivos en términos de desarrollo solo se obtienen, viendo qué es lo que no funciona y por qué no funciona y qué es lo se debe hacer para hacerlo funcionar, así como cuál será el costo de la tarea a realizar para lograrlo y si se tienen los recursos suficientes para llevarla a cabo.

Así las cosas pensar que con el precario incremento y la baja cobertura que hasta ahora se muestran, ya está hecha la tarea, resulta utópico e irracional, e igualmente caótico puesto que indefectiblemente su resultado conducirá al caos, pues es mucho lo que está por hacerse si de verdad se quieren superar los obstáculos de nuestro desenvolvimiento.

MANUEL JOSÉ ÁLVAREZ DIDYME-DÔME

Comentarios