“La muerte del cisne”

Manuel José Álvarez Didyme

La muerte del cisne, la conocida pieza de ballet coreografiada por Michel Fokine en 1886 sobre la composición “El Cisne”, del “Carnaval de los animales”, del compositor, director de orquesta y organista francés, Camille Saint-Saëns; narra los últimos instantes en la vida de un cisne, que antes de morir intenta inútilmente volver a levantar vuelo, constituye la propicia alegoría que bien nos sirve para ilustrar lo que está por sucederse, cuando el próximo miércoles 29 de noviembre, al cumplirse 31 años de cuando EL NUEVO DÍA al “tirar” su primera edición bajo la eficiente dirección de Antonio Melo Salazar, haya dejado de existir editorialmente hablando, luego de haber sido uno de los protagonistas principales de la zona centro-occidente del país, constituido por excelencia en el principal y más riguroso medio de comunicación del Tolima.
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Y es que desde aquel feliz alumbramiento, del cual fueron responsables los empresarios, y hombres de prensa, Alejandro Galvis y Gerardo Araujo, con la contrapartida de los inolvidables líderes locales Santiago Meñaca y Roberto Mejía, este diario se erigió en el principal baluarte del oficio de propugnar por la verdad por encima de intereses particulares, políticos o económicos, cumpliendo con rigurosa exactitud tan exigente tarea.

No obstante, lo que ha motivado la luctuosa decisión a las directivas del diario, de tener que comunicar que EL NUEVO DÍA, víctima del decaimiento regional, la pobreza del medio y por qué no decirlo, la mezquindad y falta de solidaridad de sus gentes, debe clausurar su impresión y circulación, dejando sumida en la orfandad la dificultosa tarea de defender su convicción en la lucha por la libertad de expresión, notificándolo a través de sus páginas, tanto a sus lectores amigos como a sus contradictores.

Lo que al efecto nos impele, sin apresurar los sentimientos, ni dejándonos arrastrar por la fluidez natural del corazón, a dejar testimonio que este periódico jamás sirvió causa alguna de infamia, ni traficó con la honra de las personas, ni fue obstáculo para los intereses de la región o el país, y que por el contrario, en todo momento estuvo orientado por un devoto ánimo de servicio y defensa de sus principios, sin jamás vacilar en hacer público reconocimiento de los valores que representan el orden espiritual.

Igualmente no podría dejar de reseñar los hitos que fueron diseñando el espacio que entre los medios de comunicación del medio llevaron a ocupar a EL NUEVO DÍA, previos a la dolorosa clausura que hoy se nos notifica. Veámoslos: varios premios Simón Bolívar, el premio al mejor cubrimiento de la Copa Libertadores, el reconocimiento a la mejor Fotografía ecológica lograda por su periodista Germán Camargo, tres premios de caricatura elaboradas por Carlos Arturo Romero y el haber sido destacado por la SIP por la mejor caricatura internacional, distinciones que avalan los años de dedicado esfuerzo que lo llevaron a ganar un sobresaliente espacio entre los medios de comunicación de la época.

 

Manuel José Álvarez Didyme

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