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Para ello hay que mirar todo el esfuerzo que sobre el particular ha hecho el gobierno de los países bajos, guiado por un hombre de la supuesta ultraderecha europea, que se ha dedicado a promover el uso cada día más masivo de la bicicleta como medio de transporte en su país.
Lo hace por una sencilla razón: descotaminación del aire, mejora de la movilidad y circulación, estimular la vida sana y ambiente saludable, prevención de enfermedades varias y ahorro al sistema de salud y el erario de no menos de 19 mil millones de euros, que se invierten en otras necesidades.
Más ciclovías, ciclorrutas, carriles exclusivos para el caballito de acero es una constante allí. Las personas llegando en bicicleta a su trabajo, a su lugar de estudio, familias enteras que ya utilizan este transporte de manera colectiva es un factor común. Incluso el mismo presidente y varios de sus compañeros de gobierno lo hacen ya de forma natural. Nada exótico, ni para las fotos de redes sociales o medios de comunicación.
Eso sucede allí, mientras en España, controlada por un gobierno de izquierda en lo nacional y en varios ayuntamientos (alcaldías para nosotros), se han dedicado a acabar y desestimular el uso de la bicicleta, de espacios exclusivos para ese transporte, reducir y acabar ciclocarriles para abrir nuevos carriles a vehículos. Es más, han deforeatado y reducido parques y zonas verdes que ya existían para ampliar autopistas y que pasen más carros.
Como se ve entonces en la práctica, hay buenas ideas que no tienen ni matrícula ideológica ni color político y sí son de simple lógica en beneficio colectivo, humanidad, sentido común y en defensa de la vida, del medio ambiente, la naturaleza y hasta un mejor nivel de vida y más saludable condición del ser.
Ojalá en nuestro país y en esta ciudad tuviéramos en esos debates electorales que se dan por estos días, ideas novedosas, innovadoras, simples y de gran impacto frente a problemáticas abrumadoras como la polución, los trancones y el deterioro de la calidad de vida, la salud física y mental de nuestros paisanos ibaguereños.
Pero la verdad es que en ese y otros temas es cierto lo que alguien dijo por ahí en voz alta, al terminar uno de los foros de candidatos: que poco nivel de propuestas, iniciativas tan livianas y bajitas las de nuestros 'líderes" políticos que gobernarán la ciudad.
Estamos corticos, muy quedaditos, de poder tener buenos líderes y pensadores de verdad y sin duda de eso mismo padeceremos en ejecutorias desde el año entrante.
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