Cura que NO da un plato de comida

Nelson Germán Sánchez

"Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y visitásteis; en la cárcel, y vinisteis a mí" (Mateo 25: 34-36)
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Pareciera que este versículo de Mateo, que se resume en dar de comer al hambriento y de beber al sediento, se le olvidó por completo al cura argentino Francisco Paco Oliveira, un cura villero, que hace parte del grupo Opción por los Pobres -hágame el favor la contradicción- quien por politiquería e ideología les comunicó por redes sociales a las familias en condición de pobreza en Argentina, que no se acerquen más a los comedores que él y su congregación administran, porque votaron por Javier Milei para Presidente de la nación.

Una conducta sin duda ruín, más de parte de quien se supone debe estar con amor, desinterés, altruismo y entrega al servicio de los otros, sobre todo los más necesitados.

"Quiero pedirles a los votantes de Milei coherencia y por lo tanto que no se acerquen desde mañana al comedor y a ningún otro servicio que damos desde la Fundación Isla Maciel. Tampoco nos pidan nada" escribió en su cuenta de X.

Lo ocurrido con este sacerdote nuevamente evidencia el peligro de mezclar política y religión, que es un experimento que siempre da malos resultados sobre todo para los más pobres. Es así que tras el triunfo del líder de las ideas liberales, dijo el cura Oliveira que no habrá recursos para todos y que entonces quienes no apoyaron a su candidato que era Sergio Massa, el del gobierno de izquierda, peronista y socialista, pues que no tienen derecho a aquella caridad y solidaridad cristiana. Puede verse algo más detestable de alguien que dice servir la causa de Jesucristo.

Es tal la indignación que ha generado ese vil comportamiento para con los desposeídos de los sectores marginales de Buenos Aires y la provincia del mismo nombre, que una serie de influencer, youtobers, instagramer y demás, iniciaron campañas para llevar asados a partir del domingo 26 de noviembre a los lugares cercanos a los comederos del cura y a otros comedores que no pertenecen a su fundación, en donde no han excluido a la gente por no votar al Kitchnerismo. Incluso la reconocida y polémica periodista y conductora de la cadena la Nación +, Viviana Canossa, inició una campaña para recolectar dinero y transferirlo directamente a las personas que no pueden llegar a fin de mes en sus gastos, por la precaria situación económica que vive ese país.

Javier Milei, quien inició carrera política hace a penas dos años, y actual Senador por la Libertad Avanza, venció el pasado 19 de noviembre a Sergio Massa, con un 56% a un 44% de votos sobre este segundo, quien además era el candidato del gobierno, el establecimiento la izquierda y el peronismo. Sacándole Milei tres millones de votos de ventaja e imponiéndose en 20 de las 23 provincias y en la capital Buenos Aires.

Massa, Ministro de economía hace casi 2 años, tiene a ese país Suramericano con un 140% de inflación, 40% de la población en la línea de pobreza y el 10% en la de indigencia, delincuencia e inseguridad por doquier, narcotráfico mandando en el puerto de Córdoba...Será que el cura que niega un plato de comida a los pobres no entendió que la gente quiso un cambio, porque se hastió de tanta corrupción, privilegios de los políticos, algunos empresarios, ONGs, periodistas (casta, dicen allá) y en general de la pobreza y misera acumuladas por malas administraciones que no lograron generarles un poco de bien estar, sí, así separado, como lo dijera la maestra Adela Cortina.

Jamás será buena esa amalgama entre política y religión. Nosotros aquí en Colombia vivimos de cerca esa barbarie cuando desde los púlpitos se arengaba por un color político y no por el otro y se instalaban ideas de odio sobre quien pensara diferente o se comportara distinto. Recuerden nuestro nefasto período de La Violencia Política, del cual medio logramos salir, donde literalmente sufrimos las peores expresiones de salvajismo: Decapitaciones, niños arrancados del vientre a sus madres gestantes, el tenebroso corte de corbata o franela, empalamientos y desplazamientos, que inundaron de sangre buena parte del  campo empobrecido.

Por eso, ojalá la iglesia Católica Cristiana Latinoamericana tenga cada día menos curas Oliveira metidos en sus entrañas haciendo politiquería y sembrando semillas de odio, porque el que siembra vientos cosecha tempestades. 

 

Óptica periodística

NELSON GERMÁN SÁNCHEZ PÉREZ -GERSAN-

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