Además, como la gran mayoría de los colombianos espero que a la par de este proceso se avance en la consolidación del estado social de derecho.
Mi condición de tolimense me invita a reflexionar con mayor profundidad sobre lo que está ocurriendo y lo que podría ocurrir no solo en el país sino también y en particular en el departamento.

Es innegable que la suerte del Tolima ha estado ligada al confl icto, como también que el futuro está directamente relacionado con lo que ocurra en el actual proceso.

No hay duda que un resultado positivo de estos diálogos le permitiría al Tolima alcanzar mayores niveles de desarrollo.

Vale la pena contribuir a que los diálogos alcancen sus propósitos de reconciliación.

Varios son los escenarios prospectivos que se podrían construir para el departamento de acuerdo con los resultados fi nales delos diálogos.

De todos los posibles existe uno que aun no hemos vivido: un Tolima en paz; en donde los habitantes son libres, aumentan sus capacidades y toman decisiones autónomamente; caracterizado por procesos democráticos deliberativos, con autoridades locales elegidas legítimamente; aprovechando efi ciente y responsablemente todos los recursos, en pos de alcanzar mayores condiciones sociales y económicas para la mayoría de los tolimenses de hoy y del futuro.

Así las cosas, la pregunta que quisiera plantearle hoy a las fuerzas vivas del departamento es la siguiente; ¿cuál es nuestro rol como sociedad en todo este proceso? Pienso que en la actual coyuntura tenemos una gran oportunidad para redireccionar elrumbo de un Tolima que hace rato no participa directamente de las decisiones que la afectan, que se ha resignado a tomar prestados lideres de otras regiones, y que tiene en sus indicadores de pobreza y desarrollo humano altas razonespara trabajar en este posible escenario. 

Me atrevo a invitar al gobernador del Tolima Dr. Luis Carlos Delgado Peñón, en su condición de líder natural del departamento, a que convoque a todas las fuerzas vivas a un proceso de reflexión y elaboración de propuestas para aprovechar efi cientemente los nuevos escenarios para el desarrollo creados por el proceso de diálogo y paz.

Es oportuno refl exionar sobre lo que deseamos en el corto, mediano y largo plazo, y de cómo lo lograríamos.

Vale la pena que trabajemos por concretar el anhelo de un Tolima mejor.

Es indispensable que los tolimenses nos apropiemos de nuestro futuro, que de manera endógena construyamos nuestra estrategia, y que cambiemos el hecho de haber sido el territorio en donde nacieron las Farc a la realidad de uno en donde se consolidó la paz y el desarrollo.

Finalmente, este anhelo debe entender que nuestra participación como sociedad tendrá que ser absolutamente legítima con el fi n de superar la suerte de la mesa de diálogo.