El tema de las Mipymes está una vez más en boca de los formuladores de política pública y en las agendas de las cumbres y foros económicos, lo más reciente fue lo discutido en el foro Inversiones para el Desarrollo de Pymes, que se realizó en el marco de la Cumbre Empresarial Celac-UE, en Chile. 

Sin embargo, estando conscientes, tanto gobiernos como empresarios de esta situación, aún no se logra implementar una política que le permita a este sector avanzar en productividad y competitividad. Aquí algunos puntos que pudieran orientar la agenda.

Hablar de las microempresas y las pequeñas y medianas empresas (pymes) como agentes económicos clave para el desarrollo económico en un país no es nuevo, en Colombia se reconoce desde hace años que este sector de la economía ha sido vital en la generación de ingresos para los hogares e impuestos para el Estado.

En Colombia, las mipymes representan el 96 por ciento de los establecimientos, generan el 81 por ciento del empleo y aportan el 40 por ciento del PIB.

En la región de Ibagué, la Cámara de Comercio informó que el comportamiento histórico de la empresas Constituidas en los últimos 10 años muestra una participación significativa de las personas naturales con un promedio de tres mil 800 nuevas empresas por año; mientras que la participación en la constitución de Personas jurídicas no alcanza el 10 por ciento del promedio de las Personas naturales, siendo el total de Empresas constituidas en los últimos 10 años de 41 mil 892 empresas.

Así las cosas, la participación empresarial en la región es importante, situación que también se evidencia empíricamente con lo observado en los barrios de la ciudad y en particular en los ejes articuladores de las comunas.

El informe ‘Cómo mejorar la competitividad de las pymes en la Unión Europea y América Latina y el Caribe’ presentado por la Cepal da cuenta de las propuestas de política presentadas por el sector privado.

Con el fin de aumentar la productividad de las Mipymes es necesario avanzar en la innovación para el fortalecimiento de capacidades productivas y gerenciales; en el acceso a mercados; en la articulación productiva y cooperación empresarial, y en el acceso al financiamiento.

En la cumbre de la Celac en Chile surgió la convicción entre los asistentes que la financiación y la internacionalización puede ser uno de los caminos para alcanzar el desarrollo de las mipymes y por ende de los países.

Para lograrlo es necesario trabajar en la capacitación y sensibilización de las pymes para la internacionalización, y en la promoción de encadenamientos productivos e identificación de oportunidades de negocios con empresas transnacionales y cadenas globales de valor.

Además, se debe reforzar estas acciones con medidas como la entrega de información, el mantenimiento de una red de colaboración de organizaciones intermedias de los países, y la realización de una exploración de oportunidades de mercado y posibilidades de colaboración y asociación, y la promoción de esquemas de complementariedad entre empresas y el mejoramiento de la visibilidad y difusión de los programas de apoyo.