La campaña política al Congreso de la República entra en su recta final, esta elección es muy importante para el futuro de la Patria y la democracia, se elegirá un Congreso que tendrá como tarea principal definir la ruta hacia la paz y el desarrollo.

En el capitolio se darán cita representantes de todas las tendencias ideológicas de la democracia colombiana. Por primera vez, la derecha, el centro y la izquierda elegirán sus senadores y representantes con plena identidad. Los Partidos políticos cada día definen con mayor claridad su ideario.

La importancia de esta elección obliga a que todos los ciudadanos entiendan que dicha condición trae consigo responsabilidad social y política. El debate político no puede ser exclusivo de los profesionales de la política, el debate debe darse en todos los ámbitos de la sociedad, desde su núcleo primario, la familia, en las organizaciones sociales y comunitarias, en las empresas, universidades e inclusive organizaciones religiosas.

La democracia colombiana tiene varios problemas, entre ellos las barreras de entrada creadas por el propio sistema político y la creencia de que la responsabilidad política recae exclusivamente en la clase política, en quienes tienen por oficio hacer política electoral.

Todo ciudadano tiene responsabilidad política y, por lo tanto, debiera reflexionar, debatir y escoger del abanico de propuestas la que considere más conveniente para el futuro del país. Cuando no lo hace, cuando se queda en su zona de confort, cuando la principal discusión es el futuro de los participantes del reallity show de moda, la asignación de valores en la sociedad está en riesgo.

No participar, no debatir, no elegir, so pretexto de que esa responsabilidad es de otros, de los políticos, da pie a que las decisiones en muchas ocasiones sean interferidas por fenómenos de corrupción y clientelismo, y al final, siempre se escucharán los reclamos de aquellos que no asumieron su rol ciudadano, rol que está impregnado por el ser político.

Es entendible que el ciudadano no confíe, que haya perdido la fe en la política y en las instituciones, los dirigentes y los líderes. Cuando las noticias hablan de equivocaciones y abusos en el poder de los líderes elegidos por la sociedad ésta se desilusiona, pero aun así la respuesta no puede ser abstenerse. No participar es un error, se hace juego a quienes desean que el sistema político no cambie.

Todos los ciudadanos deben asumir su responsabilidad política, en los pocos días que faltan para las elecciones se debe reflexionar sobre el futuro de la nación y tomar libremente una decisión. Hoy el sistema electoral da la opción de hacerlo libremente, teniendo como único testigo su conciencia, el tarjetón en el cubículo brinda esa posibilidad.

En las próximas elecciones el ciudadano debe votar a consciencia, ya que, si lo hace, le arrebatará a la corrupción electoral y a los mercaderes de la política la decisión sobre el futuro que sueña y desea la nación. Ciudadano, aún estás a tiempo de valorar tu responsabilidad política.