Durante esta semana, después de conocer los resultados de los escrutinios departamentales muchos han sido los comentarios y explicaciones por la posible pérdida de curules del Senado para candidatos locales del Tolima. Algunos analistas alcanzaron a pronosticar tal escenario, en mi caso creía que la situación sería otra, es decir que se mantendrían las dos curules y se podría conseguir como mínimo otras dos.

El resultado cayó como baldado de agua fría para la clase dirigente del departamento, inclusive se ha escuchado el calificativo de catastrófico para definir la nueva situación.

Y no es para menos, en un país tan centralizado como Colombia preocupa que el Tolima pierda sistemáticamente curules.

De los tres senadores locales que tradicionalmente se han escogido desde la adopción de la constitución de 1991, en la elección de 2010 se eligieron dos, representando los partidos Liberal y Conservador. Es decir, hace cuatro años ya se había perdido una curul.

Desde esa época, paralelamente se ha dado otro fenómeno; la presencia de senadores de otras regiones. La realidad del Tolima es que aunque muchos han sacado votos para su elección solo algunos han mantenido una presencia y trabajo permanente.

En esta jornada electoral además de la reelección de los dos actuales senadores locales se esperaba recuperar la tercera curul, para ello la esperanza estaba en el Centro Democrático y en Cambio Radical (CR). Infortunadamente no se concretó este anhelo y se perdió una curul. Hoy solo se tiene una senadora, Rosmery Martínez, de CR.

Creo que la Senadora electa tiene la capacidad y competencias necesarias para trabajar por todo el departamento. Ella ya debe saber la gran responsabilidad que le asiste por ser la única senadora del departamento, esperemos que quienes han sido sus contradictores se despojen de antiguos sentimientos y trabajen con ella. Es importante que todos en el Tolima la acompañen y la respalden en su gestión ante la Nación.

Ahora bien, los tolimenses no podemos sentarnos a esperar las próximas elecciones para buscar los nuevos senadores. Los partidos políticos deben reflexionar sobre lo ocurrido y deben diseñar una estrategia de fortalecimiento de sus procesos democráticos internos de tal forma que desde ya se proyecten los próximos dirigentes políticos.

Sobre los senadores regionales, sostengo que su presencia se justifica si son capaces de liderar proyectos regionales que conjuguen los intereses de construcción de región entre el Tolima, el Huila, el eje cafetero y Bogotá.

Finalmente, desde la sociedad civil es fundamental diseñar una estrategia que supere la falta de representación política en el Congreso. Me atrevo a proponer que la Asociación para el Desarrollo del Tolima, los gremios económicos e incluso las universidades formulen una propuesta en este sentido y se concreten acciones ante el Gobierno central.

Rechazo las actitudes de algunos dirigentes que llaman al derrotismo y pienso que nuestro gran reto es aprovechar este revés.