Un cambio en el gabinete y un gran pacto por Ibagué

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Ibagué se encuentra en un candente debate sobre su futuro. Durante estos días he escuchado a muchas personas hablar sobre lo que está pasando en materia de gobernabilidad, prospectiva y desarrollo. El debate ha sido especialmente sensible debido a las elecciones nacionales y a la proximidad de la etapa preelectoral local.

Inclusive, algunas personas están impulsando la posibilidad de una revocatoria del mandato del alcalde municipal. Como es de esperar, la propuesta tiene partidarios y contradictores. Cualquiera de las dos posiciones es respetable y se enmarcan en los derechos de una democracia participativa. Pienso que si el Gobierno admite sus fallas sería más fácil encontrar una salida a dicha demanda.

Con relación a la revocatoria no estoy de acuerdo con esta. A mi parecer, la propuesta llega a destiempo y lo único que lograría crear son instancias de ingobernabilidad para un municipio que no superaría la distracción de su alcalde y de su equipo de gobierno. Inclusive debido al tiempo transcurrido, de prosperar la revocatoria, la ley le permite al Partido Liberal designar su sucesor. Es decir no habría nuevas elecciones descartándose de entrada uno de los propósitos centrales de este tipo de mecanismos de participación ciudadana.

En contraposición a esta propuesta creo debiera hacerse dos cosas: un cambio en el gabinete y un pacto por Ibagué.

No hay duda que el Alcalde debe imprimirle una dinámica distinta a su gobierno. No puede Luis H seguir sosteniendo a funcionarios que se han rezagado en su función, algunos muestran cansancio y poca creatividad. Los actuales secretarios y gerentes debieran dejar en libertad al alcalde de recomponer su gobierno y salirse de la zona de confort de la ley de garantías. Cada uno debiera hacer un profundo análisis sobre su desempeño y de ser el caso debieran renunciar.

De otro lado, debemos superar la minoría de edad como ciudadanos y comprender que el alcalde es uno de varios actores que tienen la responsabilidad de sacar adelante el Municipio. No pueden los Ibaguereños creer que la tarea se acaba votando y que de ahí en adelante la responsabilidad es exclusiva del elegido. Las fuerzas vivas de la ciudad deben llamar urgentemente a un gran pacto por Ibagué en donde todos aportemos lo mejor de nosotros para construir un mejor municipio. Las metas deben ser concretas alrededor de un plan de choque que resuelva los problemas más urgentes de la ciudad en seguridad y salud, y que coloqué los cimientos para la financiación de obras que mejoren la movilidad.

La solicitud de revocatoria es un llamado a repensar la ciudad desde otras instancias distintas a las usadas en las últimas dos décadas, es hora de recuperar para Ibagué la participación de los empresarios y de muchos otros sectores. Los gremios, las asociaciones y grupos de interés, despojándose de su interés particular, deben asumir un rol más protagónico de cara a la toma de decisiones sobre el futuro de la ciudad, inclusive incursionando en política electoral.

Credito
JAIME EDUARDO REYES

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