¿Y quién apoya la industria?

En un problema social se está convirtiendo el cierre de Fibratolima por parte de la empresa Fabricato, muchas familias sufrirán directamente con esta decisión. No hay que hacer un gran esfuerzo para comprender que estos hogares verán afectados su seguridad social, la cobertura educativa de sus hijos y el ingreso para satisfacer las demandas mínimas de la canasta familiar.

Los efectos negativos en la economía familiar de cientos de hogares ibaguereños que dependen de esta empresa se notarán con mucha fuerza en una ciudad bastante frágil en cuestiones de empleo, pocas oportunidades y nulos niveles de apoyo para la gente desempleada.

Y aunque desde finales de 2013 ya se sabía del proceso de reconversión para salvar la empresa y se había advertido que Fabricato podría trasladar los equipos de la fábrica ubicada en la vía al aeropuerto Perales a Medellín, debido a los altos costos fijos, el incremento en el canon de arrendamiento fijado últimamente por los dueños del predio hace económicamente inviable mantener la factoría en Ibagué.

En términos macroeconómicos la disminución de los 500 empleos se traducirá en una mayor demanda de empleo por parte de los integrantes de las familias, es decir se aumentará la tasa global de participación en una ciudad que lidera este campo en Colombia y que tan sólo hace unos años atrás ocupaba el primer lugar del ranking nacional de desempleo.

La verdad es que la falta de políticas para el acompañamiento a la industria y el predominio del enfoque de crecimiento económico basado en el comercio internacional y no en el desarrollo industrial está llevando al país a concentrar la poca industria en aquellas regiones, que desde hace décadas lograron crear un cierto número de ventajas comparativas para el impulso de este sector. Esta situación aumentará el desequilibrio regional.

En este contexto se desarrollará en Ibagué a finales de Julio la asamblea regional de la Andi. Desde ya se espera algún pronunciamiento de parte de Bruce Mac Master, presidente del Gremio. Una declaración que le ofrezca al sector industrial de la región una estrategia para evitar este tipo de situaciones. Los tolimenses sabemos de la cercanía de él con el Gobierno nacional y con el propio presidente Santos por lo que cualquier comentario no será válido.

Finalmente, es importante anotar que la solicitud del Presidente de la Cámara de Comercio de Ibagué, Silverio Gómez, no puede ser una opinión aislada, sin eco en las esferas públicas.

El Gobierno debe asumir un rol de primer orden, por ejemplo, la Secretaría de Desarrollo Económico departamental se creó para tratar con este tipo de problemas.

No hay duda que es importante diseñar y ejecutar políticas que eviten situaciones que anuncian el cierre de las pocas fábricas y empresas. La historia empresarial está llena de ejemplos en donde los gobernantes gestionan el salvamento de empresas e industrias privadas a través de apoyos económicos y de una gestión proactiva porque saben lo difícil que será recuperar el capital perdido.

Credito
JAIME EDUARDO REYES

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