El mundo académico del Tolima está complacido por la acreditación de alta calidad que acaba de ser otorgada por el Ministerio de Educación Nacional a la Universidad de Ibagué. Es un logro sin precedentes del que nos sentimos muy orgullosos todos. La felicidad que embarga a la familia de la Universidad comprometida con el desarrollo regional sólo se iguala con la gran responsabilidad que se deriva de haber sido la primera Universidad de la Región en recibir esta distinción. Este reconocimiento es el mejor homenaje que se le puede hacer a los fundadores y a sus familias, grandes visionarios que aproximadamente hace cuarenta años soñaron una institución de educación superior que impulsará el desarrollo social de los jóvenes y el desarrollo económico del departamento.
Detrás de esta acreditación están los liderazgos de los consejeros, rectores y directivos, quienes han orientado correctamente la Universidad, preocupándose por establecer un buen gobierno universitario y un adecuado manejo de los recursos de la institución. La acreditación de alta calidad de la Universidad de Ibagué tiene en su espíritu mismo la cultura de calidad que hoy se respira y que inspira a la comunidad académica en general. Los profesores, administrativos, funcionarios, estudiantes, egresados, y padres de familia integran las sólidas bases de la Universidad, sin la participación de ellos sería imposible tener la universidad que hoy es orgullo de propios y extraños.
Intentar resumir las consideraciones expresadas en veinte párrafos de la resolución del Ministerio de Educación superior para otorgar la acreditación en alta calidad se me hace muy difícil en un texto tan corto como el que está leyendo, sin embargo, tal vez pudiera explicarse con un par de párrafos de dicho documento:
La visión institucional, el apoyo orientador y calificado de los órganos, personal directivo y profesoral con que cuenta la Universidad que conducen a la articulación de las tres (3) funciones misionales y derivan en programas, proyectos, productos y servicios de impacto territorial a través de la formación, la investigación y la extensión que ha realizado la institución en sus treinta y nueve (39) años de existencia.
La acreditación evidencia, en términos de la resolución, que la Universidad de Ibagué ha realizado un trabajo progresivo para el fortalecimiento óptimo de calidad relacionado con la formación integral de sus profesionales y la comunidad académica, mediante procesos de creación y desarrollo de la transmisión de conocimiento, lo que le ha permitido desarrollar su misión, visión, objetivos, organización y funciones. Prueba de ello son los procesos de acreditación en sus programas académicos, en los cuales se ha hecho evidente el desarrollo del Proyecto Educativo Institucional, mediante una cultura organizacional dirigida a la evaluación, el mejoramiento continuo y la innovación, mediante la definición de políticas, programas estratégicos, proyectos, acciones y recursos.
Así las cosas, en una departamento en el que reclamamos cosas de las cuales sentirnos orgullosos, la Universidad de Ibagué es un patrimonio que le da sentido a la identidad tolimense.
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