Contar otras historias

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En un país como el nuestro quienes podemos opinar o escribir nos vemos a veces en la incertidumbre de escribir sobre un tema u otro. De si es un tema con peso nacional, o si lo es con peso regional o local, con algún debate político, discusión económica, situación de orden público, de dolor de patria, de relaciones humanas, entre otros.

Y es que elegir un tema no es tarea fácil en una Colombia tan rica en situaciones diarias que pasan o rayan muchas veces por lo inverosímil. Siempre pensamos que una tragedia sería la más dura, de mayor dolor y drama humano, pero aparece otra al día siguiente. Que la muerte de la estudiante en un paseo escolar, que la violación aberrante de una pequeña de cuatro años de edad, o el ingenio de algunos ladrones para su cometido. También la improvisación, falta de gestión, retórica barata de los gobiernos de turno, sus improvisaciones e inacciones.

Pero, también, las gestas deportivas de nuestros héroes y heroínas, que nos llenan de orgullo patrio y de emoción nacional, pasando por los logros de estudiantes, profesores o investigadores en el campo académico o científico. De igual manera, y ahora que se puso de moda, el mostrar la labor social de muchas colombianas y colombianos en nuestros campos y ciudades que trabajan por sus comunidades de forma silenciosa y efectiva, apostando por cambiar sus duras realidades.

Un poco de esas buenas noticias que no caen mal en medio de tanta convulsión económica, política y social que estamos viviendo los colombianos por esta época. La lucha enconada por el poder entre las cabezas de nuestros órganos colegiados, administrativos y de la justicia, hacen parte de esa agenda de opinión pública que uno no puede desconocer, pero que se torna a veces monótona y aburrida.

Por eso, el reto para quienes tenemos la oportunidad de expresar nuestras ideas es tratar de buscar esos otros temas, esas buenas noticias y buenas causas para contar, para detallar sus acciones, para poder decir que existe otra Colombia que muchas veces invisibilizamos y que hemos mantenido oculta por tanto tiempo.

Dar una voz de aliento a quienes piensan distinto, en positivo, que hacen cosas buenas, y que merecen una mayor atención por parte no sólo de columnistas y opinadores de oficio, sino de los medios de comunicación masiva en general.

Creo que es una excelente oportunidad el poder utilizar estos espacios para invitar a que más personas cuenten sobre temas distintos, de personajes diferentes que tienen muchísimo por decir y que siempre resultará gratificante lo que digan.

Cuando Gabriel García Márquez hablaba del síndrome de la hoja en blanco, creo que uno lo entendía en abstracto, pero es en el momento de buscar algunos temas para plasmar en el ordenador, cuando se tiene tanto por escribir, que no se sabe cuál tema tomar; es al contrario de lo que se dice, no es el hecho de no tener un tema para contar si no de tener mucho y no saber cuál es el que se debe abordar.

Credito
NELSON GERMÁN SÁNCHEZ PÉREZ -GERSAN-

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