Nuestra tierra se prepara para ingresar a las afamadas capitales que producen sus propias series para televisión. A continuación, algunas de las propuestas en curso.
Toledo y los trillizos protagonizan una nueva versión de ‘Los cuatro fantásticos’. En este peliculón, un científico, Tulito, con enorme nostalgia por dejar la Alcaldía, trata de gobernar en cuerpo ajeno y, para ello, diseña una réplica genética de sí mismo y la bautiza con el motete de Chuchito. Para asegurar que la réplica no le vaya a salir con muchas alas, como le pasó a Uribe con Santos, incluye una desmejora genética en el vástago. Llegado su momento, Chuchito siente el mismo llamado primigenio de su hermano y crea también una réplica de sí mismo, bautizándola con el nombre de Luchito, réplica que conlleva la consabida degradación genética de dos generaciones, con resultados perversos.
El tercer trillizo quiere también fabricar una cuarta réplica y hacerla un poquito más desmejoradita que él, para asegurar su gobernanza, lo cual implica casi una mutación aberrante. Ante este hecho, los barones de la ciencia electoral prometen darle su apoyo, pero sólo lo hacen para saquear las arcas de los laboratorios de la ciudad. Al final dejan solo a Luchito, quien, con sus hermanitos abrazados, esperan crear alguna otra macabra mutación para retornar dentro de cuatro años.
Luz Nelly Arbeláez protagoniza un novelón, digno de los enlatados venezolanos: ‘La Hija del Cañón del Combeima’. Yepes, el padrino, le confiesa a la tierna niña, Lucecita, que su padre no es su padre, sino que ella fue encontrada en una canastica en el río Com-beima. Ella contesta con acento veneco: “¿Qué estás diciendo, pana? ¿Luego el hijo del Cañón no es el Catire Barreto?”. Y Yepes: “No sabes lo que dices, Lucecita… Tú eres la verdadera hija del Cañón del Combeima. En cuatro años te lanzaré a la Alcaldía y, como otra genialidad de campaña, ubicaremos pasacalles estratégicos donde serás la Sobrina de Boquerón, la Mártir de El Salado, La Gaviota Real, La Cacica de Ambalá y la Hermana del Ricaurte. Conseguiremos el apoyo de la familia Alvarado, así tengas que aparecer en pasacalles diciendo que eres la Tía de Mercacentro”. La novelita no tuvo rating suficiente y no superó el cuarto capítulo.
Queriendo incursionar en el cine de terror, Marquitos Hincapié lanza su Ópera Prima: ‘El regreso de los zombis vivientes’. En una escena se ve al muchachito corriendo frente a Café Sonata, mientras grita: “Si no votas, ellos vuelven. ¡Corran! Si no votas ellos vuelven. ¡Ay ay ay!”. Un sacerdote, armado con un crucifijo, sale a su paso y le increpa: “Detente, zombi demoniaco, sal del cuerpo de marquitos, dime tu nombre”: -“Marco Emilio Hincapié”. -“¿Y quién vuelve si no votamos?”. -“Marco Emilio Hincapié”. -“Estás delirando, muchacho. ¿A quién le avisamos de tu familia?” -“A Marco Emilio Hincapié”. -“No entiendo nada”, continúa el sacerdote. “¿Cómo se llama tu papá?” -“Marco Emilio Hincapié”. -“Pero tú eres Marco Emilio Hincapié, entonces si no votamos por ti, ¿quién vuelve? ¿Quiénes son ellos?” -“Marco Emilio Hincapié”. Al final de la película, el muchacho, con problemas de identidad, es recluido en un sanatorio.
José Elver Hernández protagoniza una versión local de “Choco: El Iscariote”. En la primera escena, el protagonista aparece llorando y balbuceando: “Madrina Cielo Gallo… mi amor por ustedes resistirá cualquier prueba”… alza su bracito derecho y ¡Zas! Posa pa´ la foto. En la segunda escena se le ve gritando a todo pulmón: “Nuestra unión con Mauricio Jaramillo no está pegada con babas, sino con el fuerte pegamento clientelista de la Secretaría de Infraestructura y de la Lotería del Tolima… Jamás traicionaría esta compacta, maciza, sólida e indestructible unión”. Alza el bracito derecho y ¡Zas! Posa pa´ la foto. En la tercera escena se le ve en una reunión en Espinal, junto a Barreto, pero se niega a hablar y baja corriendo de la tarima, le da un besito en la mejilla a Cielito y le dice: “Madrina, yo los amo. Ustedes me aceptaron, y eso que soy morenito. Acá estamos por obligación, pero no claudicaremos, somos la fuerza mayoritaria en el Tolima y sacamos más votos que Miguel Ángel”. Alza el bracito derecho y ¡Zas! Posa pa´ la foto.
En la última escena, se le ve en la tarima, gritando a los cuatro vientos que gracias a él, fue posible este triunfo de Barreto. Alza el bracito derecho y ¡Zas! Posa pa´ la foto. No sabemos en que terminará esta novela, pero tendrá un episodio interesante en tres años, durante la campaña al congreso. De pronto le veremos más morenito que de costumbre, un tantín quemadito (como le paso a Bocanegra), alzando la manita, y dedicado a tramitar libretas militares.
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