La reforma a la salud

La reforma no aguanta más postergaciones y los colombianos esperan que Salud Mía tenga una epifanía radicalmente distinta a la de Colpensiones.

El propio presidente Santos, en compañía del ministro de Salud, presentó ante el Congreso el proyecto que reforma el sistema de salud. En palabras del mandatario, había que enmendar un sistema que tenía vicios y problemas desde el momento de su creación.

Como la agenda legislativa está congestionada Santos solicitó la mayor atención y la más esmerada dedicación a la coalición de gobierno y al Congreso para que den trámite a un proyecto que consta de nueve capítulos y 68 artículos.

Inicia así el trámite de una de las reformas más reclamadas por usuarios, profesionales del ramo, sociedades científicas, academia, sindicatos y entidades prestadoras del servicio ante el estado de postración a que había llegado el sistema desde la implementación de la Ley 100.

Presidente y Ministro indican que se busca la desaparición de las EPS como funcionan actualmente ya que deben mutar hasta convertirse en gestoras de salud cuya función será velar por la calidad del servicio y la cobertura, a la vez que les será suprimido el manejo y asignación del dinero.

Ha de desaparecer el Fosyga y en su lugar funcionará una entidad denominada Salud Mía que deberá girar directamente a hospitales y clínicas la parte correspondiente a los servicios prestados proveniente de los recaudos y asignaciones.

Habrá una especie de lista negra que indicará que clase de intervenciones no se han de cubrir, como es el caso de ciertas cirugías estéticas o aquellas que están en una fase de experimentación. Se propenderá por establecer un tope máximo de costo a los servicios que impida abusos y sobrecostos por lo que se encomendará a las entidades territoriales una labor permanente de supervisión.

No queda claro si la intención del Gobierno es permitir cierto grado de integración vertical en la prestación de los servicios en sentido contrario a la posición de las sociedades científicas y entidades gremiales que se oponen radicalmente a cualquier amago de integración vertical.

Como es usual ha de ser muy diferente el texto que finalmente produzca el Congreso- si que esto sucede- con el que fue radicado por el Ejecutivo y seguramente se observará un intenso período de cabildeo en el que se la jugarán al máximo los poderosos grupos de presión interesados en tan vitales asuntos.

La reforma no aguanta más postergaciones y los colombianos esperan que Salud Mía tenga una epifanía radicalmente distinta a la de Colpensiones.

EL NUEVO DÍA

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