Mamatón

Faltaba más que ahora para darle teta a un bebé, una mamá apurada en un bus, o en la banca de algún parque, tuviera que taparse, o retirarse, para que algunos estén contentos. ¡Que vivan las mamás y sus mamas!

La imagen de una mujer en Cabo San Lucas, México, con el rostro cubierto con una frazada, amamantando a su hijo; se hizo viral, la semana anterior en redes sociales. La historia detrás de ella, como siempre, tiene que ver con la ignorancia y la estupidez de algunas personas, a quienes en pleno siglo XXI, les molesta que una mujer alimente a su bebé a través de su seno en algún lugar concurrido.

Justamente aquella imagen, coincidió por estos días con las jornadas de lactancia en público que se realizaron en diferentes países, tales como Paraguay, Costa Rica, Guatemala, entre otros, denominadas como “mamatón”. El propósito de las mismas, fue en principio celebrar la Semana Mundial de la Lactancia Materna, instaurada por la Organización Mundial de la Salud, y la Unicef en el año de 1992, y que tiene como objeto, recordar la importancia de la leche materna en los niños por lo menos hasta los dos años de edad; pero también para manifestar su inconformismo ante tantos actos de agravio, como el ocurrido en México, y en muchas otras partes del mundo, frente a una actividad tan natural y normal como la de un bebé alimentándose.

Pareciera mentira que, en estos tiempos, a algunas personas les incomode que una madre le dé pecho a su hijo, y no se explica cómo una persona que también en su época de brazos recibió de su madre, las primeras raciones alimenticias a través de la leche materna; hoy considere que aquello es un acto impuro, o vergonzante, digno de reprochar.

Según la Organización Mundial de la Salud, la lactancia materna es el método más completo para proporcionar a un bebé recién nacido, los nutrientes que necesita, complementada con otros alimentos, y aquella actividad no debería tener ningún morbo o rechazo de ninguna índole.

Las jornadas de “mamatón”, además de lo anteriormente mencionado, sirvieron para promover también las muestras de los bancos de leche, que mensualmente en algunos países, producen entre 50 y 60 mil litros, y que ayudan a madres que presentan problemas para amamantar a sus hijos.

Se estima que tres de cada cinco recién nacidos en el mundo no toman leche materna en su primera hora de vida, ya sea por problemas de nutrición de la madre, o por complicaciones a la hora del parto, generando aquello mayores riesgos para la salud del infante, y teniendo en los bancos de leche, un mini salva vidas ante la situación.

Valga la pena la comparación, pero mucha razón tenía Jaime Garzón, cuando hablaba de que en Colombia, (y en el mundo) algunos moralistas se escandalizan por una grosería en televisión, pero no cuando un niño trabaja limpiando parabrisas en las calles. Faltaba más que ahora para darle teta a un bebé, una mamá apurada en un bus, o en la banca de algún parque, tuviera que taparse, o retirarse, para que algunos estén contentos. ¡Que vivan las mamás y sus mamas!

REDACCIÓN EDITORIAL

Comentarios