Salud mental, un asunto que no da espera

Este revelador estudio ha de ser conocido por la Secretaría de Salud Municipal, a fin de que lidere e implemente con prontitud las acciones que sean menester, ya que si bien la mayoría de las personas indagadas presentan síntomas leves de afectación, si no reciben una atención adecuada y oportuna, pueden desarrollar un trastorno mental.

La pandemia causada por el coronavirus nos introdujo en una nueva forma de vida que nos tomó por sorpresa. En estas circunstancias sin precedentes —encierro, distanciamiento físico, uso permanente de elementos de protección, nuevas condiciones de trabajo—, las emociones juegan un papel preponderante. En nuestro medio, las nuevas preocupaciones se suman a las ya existentes como las pocas oportunidades de trabajo, la inestabilidad económica, la inseguridad, la violencia intrafamiliar, la inestabilidad laboral y los problemas de adicción, como el consumo de alcohol y sustancias psicoactivas.

La inesperada situación provoca temor e incertidumbre frente a la enfermedad y a lo que pueda ocurrir en el futuro. El distanciamiento social produce que las personas se sientan aisladas y solas. La preocupación por la salud propia y de la familia, la situación financiera y laboral, la pérdida de servicios de salud y la falta de apoyo institucional desencadenan estados emocionales de ansiedad y estrés que se traducen en trastornos en el sueño y la alimentación; también puede aumentar el consumo de alcohol o tabaco y se incrementan los conflictos entre la familia o con los vecinos.

Tomando como base estas nuevas circunstancias, el colectivo de Psicólogos del Tolima, Copsitol, llevó a cabo una investigación con 457 personas mayores de edad, con el propósito de evaluar el impacto de estas inusitadas condiciones en los ibaguereños. Los resultados indican que la nueva realidad ha causado alteraciones en todos los sectores de la población. La investigación halló que la mayoría de los evaluados (73,09 %) manifiesta síntomas leves de afectación emocional relacionados con la pandemia; además, encontró que los jóvenes entre los 18 y 29 años son los más afectados con esta situación que les causa ansiedad, por no poder cumplir sus expectativas.

Los investigadores destacan, así mismo, la importancia de que las personas sean conscientes de la nueva situación, que todos estamos expuestos a contraer la enfermedad y que las limitaciones y medidas impuestas tienen el propósito de cuidar la salud de las personas y no de restringir libertades.

Este revelador estudio ha de ser conocido por la Secretaría de Salud Municipal, a fin de que lidere e implemente con prontitud las acciones que sean menester, ya que si bien la mayoría de las personas indagadas presentan síntomas leves de afectación, si no reciben una atención adecuada y oportuna, pueden desarrollar un trastorno mental. En respuesta a este desafío para la sociedad, es preciso acudir a soluciones integrales: se deben combinar estrategias que involucren a los individuos, sus familias, las empresas, las EPS y las instituciones del Estado. De igual forma, se requiere implementar mecanismos de atención virtuales y presenciales, con las herramientas tecnológicas a nuestro alcance, como líneas de atención (que funcionen), chats y foros virtuales; y estimular la creación de grupos de apoyo entre las familias y en las comunidades. Sabemos cuándo empezó la crisis, pero aún es un enigma el tiempo que viviremos con estas limitaciones, así que las decisiones para velar por el bienestar psicosocial de los ibaguereños son una tarea inaplazable y que se debe comenzar lo más pronto posible.

EL NUEVO DÍA

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