La apuesta tolimense por el desarrollo, de la mano del café

La Escuela de Café es una oportunidad para que los jóvenes cafeteros puedan seguir el camino que abrieron sus padres, pero con mayores perspectivas de mejorar sus ingresos.

E l café es uno de los principales motores de la economía tolimense. Se cultiva en 38 de los 47 municipios y más de 64.000 familias se dedican a esta labor. Además, genera alrededor de 80.000 empleos directos y 220.000 indirectos en épocas de cosecha y poscosecha. Gracias a la Federación y al Comité, se han ejecutado obras de infraestructura en las zonas productoras.

Como es uno de los sectores productivos que más aportan al crecimiento del campo, la gobernadora del Tolima, Adriana Magali Matiz, lo tiene en el centro de sus planes de inversión. Esta semana, la mandataria hizo dos anuncios importantes paralos cafeteros: la construcción de una Escuela Regional de Café (la primera en Colombia), que funcionará en Líbano, y la destinación de cuatro mil millones de pesos para la renovación y nuevas siembras de café, que beneficiará a 8.000 familias productoras y que servirá para mejorar la calidad del grano. Los proyectos se ejecutarán en alianza con la Federación Nacional y el Comité Departamental de Cafeteros.

La inversión en la Escuela de Café será de 5.000 millones de pesos y se contará con el apoyo académico de la Universidad del Tolima. El propósito es capacitar a mil jóvenes cada año, en áreas como barismo, tostión, catación y métodos de filtrado. Los estudiantes no tendrán que pagar matrícula y se les subsidiará el transporte y la alimentación. Además los cursos se impartirán de manera virtual y presencial. Podrán aspirar los muchachos con una edad mínima de 16 años, que serán seleccionados mediante una convocatoria pública, y se trabajará articuladamente con las alcaldías, las asociaciones y el Comité Departamental para su escogencia. La meta es formar 4.000 personas en cuatro años.

Estos proyectos demuestran la decisión de la gobernadora por darle un verdadero impulso al campo, tal como se comprometió en su campaña, y también por conseguir que en los cafeteros no se queden solamente en el cultivo, sino que puedan darle un valor agregado a su producto.

La Escuela de Café es una oportunidad para que los jóvenes cafeteros puedan seguir el camino que abrieron sus padres, pero con mayores perspectivas de mejorar sus ingresos.

EL NUEVO DÍA

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