Giro a la derecha

“El presidente tiene razones para estar preocupado: si la tendencia que revelan las encuestas publicadas este año en Colombia, y la economía y la seguridad no muestran...”.
No debe sorprender lo que está ocurriendo en Europa, con el giro pronunciado a la derecha y, en algunos casos, a la derecha extrema. Sin embargo, llama la atención que también ocurra en Francia, y no tanto porque actualmente su gobierno sea de centro derecha y el país se escora a una derecha radicalizada, en manos de Marine Le Pen, líder de Agrupación Nacional.

En efecto, lo de Francia llama la atención en nuestras tierras por cuanto, en lo político y en lo jurídico, Colombia siempre ha seguido los pasos del país de la “libertad, la igualdad y la fraternidad”. Todo lo que allí discuten y aprueban en su parlamento, o lo que acogen sus gobernantes, históricamente acá se replica, a la manera cundiboyacense de entender el poder, el derecho y la política, aunque un poco demorado, pero con implantación segura.

El golpe de la derecha nacionalista en las elecciones europeas fue tan contundente que, conocidos los resultados oficiales, su presidente Emmanuel Macrón confirmó su decesión de disolver la Asamblea Nacional para celebrar elecciones anticipadas a finales de junio.

A pesar de que el presidente Macrón afirma que el avance de la “ultraderecha amenaza la prosperidad nacional”, singularmente a los agricultores y la economía, así como los logros de Europa, se la ha jugado por convocar al pueblo para que defina cómo habrá de configurarse el parlamento ante este nuevo panorama, en el que el socialismo francés ha sufrido una derrota histórica. Algo similar ha ocurrido en Alemania con las coaliciones de derechas, que sumadas sobrepasan al partido de gobierno y a los ambientalistas, de capa caída.

Estos resultados, que marcan una tendencia que es réplica de los procesos electorales en otros países, incluidos algunos en Centro y Suramérica, llevaron al presidente Gustavo Petro a afirmar este domingo 9 de junio, con desmesura, que “el fascismo está ascendiendo al poder”, sin considerar que no se trató del triunfo de esa línea extrema, sino de la derecha, y algunas derechas nacionalistas.

Pero el presidente tiene razones para estar preocupado: si la tendencia que revelan las encuestas publicadas este año en Colombia, y la economía y la seguridad no muestran signos tangibles de mejora, el riesgo de que pase lo mismo con el socialismo acá en 2026, se torna factible.

La razón sustancial por la que buena parte de la población colombiana haya optado por las propuestas del Pacto Histórico en 2022 fue el cambio, concepto que incluye mejoras en varios niveles de la interrelación social y de los ciudadanos con el Estado, de entre los cuales, como siempre, resultan sustanciales la lucha contra la corrupción, y contra la violencia y la inseguridad.

En Europa los postulados de las luchas ambientales e identitarias ya no parecen suficientes; y el progresismo no parece haber identificado ese fenómeno por aquellos lares... Y por estos, podría estar pasando lo mismo.

 

El Nuevo Dia

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