El nivel educativo de los desempleados en octubre de 2022

Colprensa / EL NUEVO DÍA
Crédito: Colprensa / EL NUEVO DÍA
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¿Vale la pena estudiar para lograr un empleo? ¿No es suficiente tener título universitario para lograr un empleo?
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El alto desempleo seguirá siendo uno de los problemas sociales más graves de la capital del Tolima. 

Los datos de la última Gran Encuesta Integral de Hogares realizada por el Dane para octubre, nos dicen que la tasa de desempleo de Ibagué es del 17,5 %, solo después de Quibdó que tiene 24,4 %. También nos dice que Manizales es la capital con el menor desempleo, un 9 %, entre las 23 ciudades y áreas metropolitanas donde se realiza la encuesta.

¿Qué se puede hacer desde el sistema escolar de Ibagué para contribuir a la solución de este problema social? ¿Por qué en Colombia no es suficiente tener título profesional y de posgrado para lograr un empleo? ¿Qué se hace en Manizales y Pereira para lograr buen desempeño de estas ciudades en diferentes indicadores sociales, entre ellos el empleo para sus habitantes?

Esos pueden ser algunos de los interrogantes que se plantean sobre el nivel educativo logrado por las personas ocupadas y desocupadas.

Hugo López, es el autor de un estudio que se guía por la pregunta ‘¿Por qué el desempleo en Ibagué ha sido tan alto?’, algunas de sus conclusiones son: “El elevado y persistente desempleo que ha exhibido Ibagué ha sido una manifestación sistémica de la baja calidad del empleo (la alta informalidad); los bajos ingresos laborales y la pobreza de la ciudad y no admite soluciones particulares por grupos poblacionales (…) el mayor desempleo se origina principalmente en factores de demanda. 

A diferencia de lo ocurrido en las demás ciudades, en Ibagué la crisis iniciada en la segunda mitad de los noventa fue más larga y más prolongada”. 

Desde luego que son respuestas parciales, y por referirse a situaciones anteriores a la pandemia del Covid-19, no analizan el impacto de esta crisis sanitaria. La pandemia agravó situaciones sociales y económicas de las cuales no se ha logrado la recuperación deseada.

Por ahora, los datos de la encuesta sobre mercado laboral nos dicen que el desempleo es mayor en las mujeres que en los hombres; afecta en forma grave a los jóvenes. 

Hay una relación significativa del desempleo con el nivel educativo de las personas mayores de 15 años, en edad de trabajar, y aún más, con situaciones de pobreza monetaria y de pobreza extrema.

Suministrada / El Nuevo Día

 

Desempleo y educación

Frente a la fuerza de trabajo calificado y no calificado en la población de 15 años de edad o más, según la encuesta del Dane, tanto la ocupada como la desocupada, porcentualmente, se concentra entre quienes tienen educación básica secundaria, es decir, hasta el grado noveno de bachillerato, le sigue quienes tienen educación básica primaria, el 18,8 % y con educación universitaria el 12,2 %, es decir, con título de pregrado en diferentes disciplinas. A quienes en algunos casos se les dice “doctor” porque han cursado Derecho o Administración de empresas, por ejemplo.

Quienes no han cursado grados de educación formal y se les identifica estadísticamente con “ningún nivel educativo”, son equivalentes al 12 %; siguen con el 7,8 % quienes han cursado educación técnica; el 5,8 % con educación media, el 4,0 % con estudios de posgrado (especializaciones, maestrías y doctorados) y un 3,7 % los tecnólogos.

Basado en  las cifras del Dane, se establece que el 58 % de los desempleados no tienen  estudios de bachillerato completo, lo cual se convierte en una debilidad de quienes demandan empleo.

 

Razones válidas de la desocupación

Hay suficientes investigaciones dirigidas a establecer las razones de la ocurrencia del desempleo, que debieran tenerse en cuenta en el sistema escolar para producir las adecuaciones curriculares que den respuestas a las demandas de empleo.

El Dane suministra datos sobre las ocupaciones comunes de quienes tienen empleo que pueden servir de guía para el diseño de las actividades de aprendizaje en los establecimientos educativos. 

En el boletín técnico del Dane, se relacionan nueve razones válidas de desempleo y seis razones inválidas. 

Entre las razones válidas está: “No encuentra trabajo apropiado en su oficio o profesión”, que se puede traducir de otra manera; en sus estudios no se le formó para el trabajo, para el emprendimiento;  lo que se le enseñó en las aulas, no era pertinente ni relacionado con las demandas de trabajo en el futuro inmediato del estudiante. 

De ahí que algunas de las respuestas de los jefes de hogar encuestados sobre por qué sus hijos no sienten interés por el estudio o no quieren ir a las aulas sea “no les gusta lo que se les enseña a sus hijos”.

La ocupación se centra en actividades de comercio, en actividades artísticas y de recreación y en industria manufacturera. ¿Dónde quedan las actividades relacionadas con la agricultura, la ganadería, necesarias para la producción de alimentos? ¿Dónde las actividades de construcción de viviendas? ¿En el sistema escolar estamos formando para el desarrollo económico y social del país? O propiciando el empleo informal en tiendas y puestos de ventas de productos en las calles.

Otras razones válidas del desempleo, pueden ser, según el Dane: “no hay trabajo disponible en la ciudad; están esperando que los llamen para un empleo; no saben cómo buscar trabajo; están esperando temporada alta; carecen de experiencia necesaria; no tienen recursos para instalar un negocio; los empleadores los consideran muy jóvenes o muy viejos”.

 

El desempleo en los jóvenes

Está dicho que Ibagué es la ciudad capital del departamento que ocupa el segundo lugar en desempleo, con una tasa del  17, 5 % en octubre del año 2022; desempleo que no siempre es atribuible a la pandemia del Covid-19 porque la tasa de desempleo en la ciudad era del 19,5 % en diciembre del año 2019, antes de esta crisis mundial . 

Habrá que encontrar otros motivos adicionales, muy seguramente en factores de la ocurrencia de la pobreza monetaria (43,2 % en 2020)  y más grave aún, de la pobreza extrema o de indigencia de nuestra población (13,2 % en el año 2020).

En Ibagué, sólo el 60,95 % de su población encuestada contestó que en sus hogares en promedio consumían tres o más comidas diarias  ¿Y qué del 39% restante?

En la encuesta de octubre hay un dato más o menos satisfactorio. El desempleo juvenil ya no es tan grave como en años inmediatamente anteriores, pero equivale al 21,2 %, es decir, un poco más de la quinta parte de los jóvenes entre 15 y 28 años de edad son desempleados. Ibagué ocupa el puesto once entre las 23 ciudades encuestadas. Pero se trata de un desempleo juvenil superior al promedio de estas ciudades (el 19 % de desempleo).

La población en edad escolar para cursar la educación superior, de 17 a 21 años de edad, está en el rango del desempleo juvenil.

 

Los aportes que puede hacer el sistema escolar

De todas maneras, el sistema escolar tiene tareas pendientes dirigidas a la formación de estudiantes para el empleo y el emprendimiento.

Al Gobierno le corresponde dar respuestas para garantizar el derecho fundamental a la educación de infantes, adolescentes y jóvenes en edad escolar haciendo asequible a la educación sin mayores obstáculos. 

Haciendo aceptable lo que se enseña para que dé respuestas a las demandas de formación que se requieren en los hogares y en el país en general. Propiciar la permanencia de los estudiantes en las aulas hasta los niveles educativos más altos, a través de la adaptabilidad de la oferta educativa, de tal manera que motive la permanencia escolar y se evite el alto fracaso escolar expresado en indicadores de reprobación o pérdida de asignaturas y grados, de la alta repitencia de grados, o de la ocurrencia de la deserción escolar intraanual e interanual.

Una mayor relación de lo teórico con lo práctico a través de competencias dirigidas a la formación del ser como persona humana, del saber académico y el hacer ocupacional. 

Le corresponde al Estado en general, garantizar la oferta de educación preescolar en sus tres grados y de la educación superior en sus diferentes niveles desde la formación técnica, tecnológica y universitaria.

 

La brecha hombres-mujeres

Según la tasa de desempleo, desagregada por niveles educativos por quienes hacen parte de este grupo, donde hay personal cesante o aspirante a un trabajo, las mujeres son las más afectadas por el desempleo, en cada uno de los niveles educativos. 

Con estudios de educación secundaria (hasta grado noveno de bachillerato), el 21,3 % son mujeres (la quinta parte), frente a los hombres con un 13,3 %. En estudios universitarios el 13,2 % son mujeres y el 11,2 % hombres. Con títulos de posgrado el 5,2 % son mujeres y el 4,5 % hombres.

Surge, entonces, la pregunta: ¿No es suficiente tener título universitario para lograr un empleo? ¿Acaso no se forma para el trabajo?

Gráfico 2. Distribución de la fuerza de trabajo según nivel educativo

Suministrada / El Nuevo Día
 

Gráfico 7. Tasa de desempleo según nivel educativo logrado y sexo - Total nacional 2021

Suministrada / El Nuevo Día
 

Tasa de desempleo en población joven de 15 a 28 años - 23 ciudades y áreas metropolitanas abril - junio 2022

Suministrada / El Nuevo Día

Credito
LUIS EDUARDO CHAMORRO RODRÍGUEZ

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