‘El Congreso no es concordante con la realidad’: Gentil Gómez

 Gentil Gómez Oliveros, candidato a la Cámara por el partido Liberal.
Crédito: Hélmer Parra / EL NUEVO DÍA.
El candidato a la Cámara por el partido Liberal, que no hace parte de la línea jaramillista, tiene en el centro de su propuesta el fortalecimiento del agro, plantea un ambicioso plan de infraestructura vial e invitó a la ciudadanía a votar a conciencia. 
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¿Cuáles son sus preocupaciones alrededor de la realidad del Tolima?

Me preocupa el desequilibrio económico general del departamento, porque nos ha puesto en condiciones de incompetitividad y eso, a su vez, ha generado una pobreza acelerada. El desequilibrio está excluyendo a las personas más vulnerables de la posibilidad de participar del proceso productivo, no solo en lo que respecta a su mano de trabajo sino al acceso a disfrutar de sus beneficios. En las ciudades, los problemas de seguridad, desempleo y acceso a vivienda son fruto de ese desequilibrio en el campo.

 

¿Cómo desatar el nudo para que no haya más desequilibrio?

El gran problema del Tolima y Colombia es que no hemos generado unas políticas públicas enfocadas en el fortalecimiento y la garantía de competitividad del agro, más aún cuando nos abrimos a los mercados internacionales sin estar preparados en ciencia y tecnología, y sin contar con infraestructura de servicios en el campo. A pesar de tener una vocación agropecuaria, no alcanzamos niveles de satisfacción y crecimiento económico y desarrollo social. El Estado debe involucrar a todos los actores de la producción para fortalecer el primer sector de la economía: el agro.

 

¿Cree que ha fallado esa triada conformada por Estado, sector privado y academia en la región?

Falta articulación pero también falta inclusión social de quienes están en el campo produciendo, por eso hablamos de un desarrollo rural integral que involucre a todos los actores del sector y que el Estado asuma su posición de garante, generando las políticas públicas que aseguren infraestructura vial y proyectos macro para propiciar el acceso a condiciones mínimas de vida digna a los habitantes del campo.

 

¿Cuál debe ser el foco de una reforma agraria?

Unos pueden hablar de café, arroz y aguacate, pero no pueden hablar de agricultura como yo porque conozco el sector. Soy el único agricultor cafetero que aspira al Congreso. Una reforma agraria tiene que ver con el acceso a la tierra a través de una política pública de titulación de bienes que respete la función social de la propiedad privada. Pero además necesitamos una garantía de producción, seguro de cosecha, infraestructura vial, acceso a crédito, precio justo de sus productos. 

 

¿Usted plantea revisar los tratados de libre comercio?

Quienes negociaron los tratados de libre comercio, se equivocaron. Firmamos un tratado de libre comercio con Estados Unidos con cláusulas favorables a su condición y la entrega de cierta exclusividad a las multinacionales. Los tratados se tienen que revisar, pero si nos sentamos a modificarlos, nos podemos demorar los mismos diez años que se demoraron para firmarlos. Yo optaría por buscar una acción de tipo constitucional para que se revise desde el punto de vista del interés general en el contexto de la dignidad humana y la soberanía alimentaria.

 

En materia de infraestructura vial, ¿qué plantea?

Propongo un plan macro de desarrollo y construcción de infraestructura vial terciaria que permita en el corto, mediano y largo plazo un flujo de recursos constante a los entes territoriales, para que, sin extorsiones y chantajes de congresistas, desarrollen placas huella en puntos críticos. Pero también propongo que en el sistema de regalías haya un acápite para que la inversión y ampliación de giros para el sector educación sea obligatoria.

 

¿Cree que el próximo Congreso podrá limpiar su descrédito?

La gente ve a los congresistas como unos mandaderos, gestores de procesos individuales y no colectivos, entonces les exigen más favores que gestión. La conciencia de la gente tiene que cambiar a la hora de determinar por quién va a votar. La acción de los congresistas tiene que estar centrada en el interés general. 

Un Congreso que tiene casi un ‘status quo’ histórico, cuya renovación es mínima, es un Congreso que presume que está actuando bien, pero sus actuaciones no son concordantes con la realidad del país. Ahora, se ha acuñado un concepto monetarista de la democracia. Lo primero que un candidato prepara para presentarse al escrutinio público es un presupuesto; lo primero que preparo yo es una propuesta, una idea, porque lo que pretendo es la racionalidad del ser y no que el bolsillo se llene.

 

O sea, no será de esos congresistas que sacan pecho en las regiones con el presupuesto de la Nación…

Los congresistas se convirtieron en bolsas de empleo y, de una u otra forma, frente a un país centralizado en el flujo de recursos, ahora se convierten en tramitadores de inversión pública, algo así como comisionistas, cosa que degenera la función del congresista. Yo optaría por un sistema de descentralización administrativa y financiera de los territorios en el que no exista ‘palanca’ para que los municipios tengan acceso a los recursos que, por norma general, el Estado debe transferir para que cumpla su función social.

 

¿Hay fórmulas de su ejercicio como alcalde de Melgar que puede aplicar en el escenario legislativo?

Los criterios que rigen la función pública en Colombia son transversales a todas las formas organizativas del Estado. Dentro del criterio de planeación hay que incluir a la población, los actores del territorio y hacerlos parte de la toma de decisiones, haciendo que se involucren en la solución de sus problemas. Casi siempre planificamos desde los despachos, pero en el territorio esa planeación no se siente porque es contraria a la realidad. En Colombia la planeación está en un lado y la realidad del territorio en otro.

 

¿Qué resalta de su gestión en la Alcaldía de Melgar?

El desarrollo de los Juegos Nacionales de 2015. Asumimos la responsabilidad de planificar correctamente un proceso y cumplimos con todas las normas que regulan la materia desde el momento mismo de la maduración técnica del proyecto hasta la licitación y la ejecución de las obras. Fue un proceso conjunto donde todos los involucrados cumplieron con el objetivo de garantizarle al Tolima y al país una infraestructura para un certamen nacional. Por eso logramos ser reconocidos como el segundo mejor plan de desarrollo en nuestra categoría por la capacidad de construir la planeación desde la realidad del territorio.

 

 

Su rol en el partido Liberal 

El día de la inscripción de la lista liberal usted le pidió a la dirección del partido que lo dejaran trabajar. ¿A qué se refiere?

En el partido Liberal y en todos los partidos se personaliza la democracia y gamonalizan las dinámicas. Un partido Liberal no puede tener un candidato oficial, todos somos oficiales. 

 

¿Eso es un sablazo para Mauricio Jaramillo?

No estoy proponiendo que desaparezca ningún liderazgo, solo pido que el liderazgo se ejerza con objetividad y respeto por las independencias de cada actor político. Con el doctor Mauricio Jaramillo solo me une el respeto por su trayectoria política y la de su estirpe, que ya va a cumplir 50 años en el Tolima y si el Tolima lo reconoce, no tengo por qué criticar la voluntad soberana de un pueblo.

 

Se ha dicho que en el jaramillismo les preocupa que usted salga elegido porque amenaza la dirigencia actual…

Un liberal no se tiene que preocupar porque a su partido entran nuevos actores y liderazgos, un liberal se tiene que sentir satisfecho de que entre la diversidad de pensamiento a su colectividad. Si actúa de manera contraria a ese sentimiento de apertura y respeto, entonces no es liberal. 

 

¿Cuál es su aporte a la lista liberal?

Más que unos votos, represento a un sector social que fue la base fundamental de la grandeza liberal en el pasado. Represento esa base popular y agraria que quiere trabajar y transformar para Colombia y el mundo.

 

¿Por qué decidió no apoyar al caldense José Luis Correa al Senado pero sí al santandereano Jaime Durán que, según se conoce, tiene una larga cola de clientelismo en su departamento?

En consenso con el equipo, llegamos a la conclusión de que el senador Jaime Durán representa una base política electoral e ideológica idéntica a nuestra propuesta y visión política. Con él, que tiene trayectoria, formación y experiencia, tenemos identidades y ante todo hemos suscrito un acuerdo determinado que complemente nuestra gestión en la Cámara.

 

¿Cambiaría la forma de elegir a los jefes de las entidades de control? Lo pregunto porque se dice que los actuales funcionarios son de bolsillo. 

Urge una reforma integral al sistema de justicia. Los poderes políticos concentrados en ocasiones convierten los entes de control en oficinas de extorsión y persecución a sus contrarios, impidiendo una aplicación objetiva de la función de control disciplinario, fiscal y penal. Se debe determinar una forma de selección imparcial de funcionarios, con base en el criterio de virtudes, para arrancar de las garras de las mafias los entes de control.

 

¿A cuál dirigente político admira?

En la historia universal le prodigó admiración a Abraham Lincoln porque fue coherente en su actuar y descubrió que la grandeza de la nación americana estaba sustentada en el principio de libertad y dignidad humana, y no podía crecer industrialmente a través de la explotación del hombre por el hombre. O sea, abolió la escalvitud y pudo mantener la unidad de la nación. 

En Colombia admiro a Rafael Uribe Uribe, quien pudo mantener un legado en la época de la república conservadora y dejarnos la génesis de lo que conocemos como Estado Social de Derecho, y a Alfonso López Pumarejo porque logró desarrollar, así sea de manera parcial, un concepto de país que avanza hacia la modernidad industrial, fortaleciendo al sector agropecuario.

 

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Credito
Redacción El Nuevo Día.

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