“Nunca he sido del comité de aplausos de nadie”

JORGE CUÉLLAR - EL NUEVO DÍA
El secretario de Infraestructura del Tolima, Andrés Hurtado Barrera, considera al gobernador Barreto como el político perfecto. Su salida del partido Liberal hacia las toldas del ‘barretismo’ le cambió la vida y la proyección, porque dice que con él sí encontró gestión.

Aunque nació en Lérida, se considera ibaguereño porque escogió serlo: aquí se ha desempeñado como funcionario en la Secretaría de Infraestructura en la administración de Rubén Darío Rodríguez, Jefe de Alcantarillado con Jesús María Botero, asesor en el Congreso y administrador del Aeropuerto Perales.

Es Ingenierio Civil, especialista en Pavimentos, con una maestría en Tránsito, Transporte y Movilidad. Está involucrado en una investigación surgida durante su labor al frente de la terminal aérea, pero, según él, ha sido el tiempo para tener fortaleza, porque ahora a sus 38 años, de la mano de su jefe político, Óscar Barreto Quiroga, se prepara para lo que será en su vida la contienda electoral.

 

El corazón rojo se puso ‘azul’

¿Por qué se pasó del partido Liberal al Conservador?

Yo milité en el partido Liberal por muchos años y pienso que no se puede quedar uno solo por un color, sino que había que buscar quién ejecutaba, y quien hacía. Vimos ese gran líder (Óscar Barreto), producto de ese mal trato, y también de identificar que no hacen nada por el departamento en cabeza de esa familia (Jaramillo Martínez).

¿Qué le dejó el partido Liberal?

Yo siento que aprendí las vocales en el partido Liberal, e hice mi primaria, mi bachillerato, mi universidad, mi especialización y mi maestría al lado de Barreto.

¿Cómo es su relación actualmente con Mauricio Jaramillo?

Nula, y quiero que sea todo el tiempo así.

¿Cómo es su relación con el que fue su padrino político, Rubén Darío Rodríguez?

Por Rubén siento un gran afecto, un gran cariño, es un buen hombre. Con él crecí profesionalmente y políticamente, fue un soporte para avanzar y lo respeto mucho.

¿Quiere mucho a Óscar Barreto?

El gobernador Barreto es para mí el político perfecto, es un hombre trabajador, sencillo y carismático. Es mi amigo, es al que le debo estar en esta posición y absolutamente todo. Mi cariño y afecto por el Gobernador es de un 10 mil por ciento, frente a la de Rubén Darío Rodríguez, quien estuvo en un 100 por ciento.

¿Está listo para ser el candidato de Óscar Barreto a la Alcaldía de Ibagué?

(Silencio)... Nosotros hemos construido ya 16 años en nuestra profesión, nos hemos formado, nos hemos preparado, y tenemos la suficiente experiencia para transformar Ibagué. Pero pues esa decisión será la ciudad la que la tome en su momento. Ahora estoy concentrado en servir a los tolimenses.

¿La Alcaldía de Ibagué sería su primer aspiración a un cargo público?

Yo pienso que sí.

¿Le ha ayudado a su hermana la alcaldesa de Lérida, Carolina Hurtado, con el Gobierno de Barreto?

Por supuesto. Más que a Carolina, es el poder servir a los leridenses. Yo nací en Lérida y tengo agradecimiento. Y gracias a que el Gobernador me permite ir en su representación, el municipio se ha podido beneficiar.

 

Investigación que le cambió la vida

 ¿Qué sucedió realmente con su investigación por los órganos de control, cuando fue administrador del aeropuerto Perales?

Siempre he manifestado que hicimos el Festival del Aire, el único que se ha hecho, el más grande en Ibagué, porque hubo uno antes cuando Guillermo Alfonso Jaramillo estaba como Gobernador, donde además hizo presencia, y fue en la plataforma que sí estaba en operación. Fue para alrededor de 40 mil personas, la diferencia es que hicimos competencia de automóviles en la pista de aterrizaje: lo hicimos con motos el 21 de julio del 2013, con entrada libre.

Todo se hizo en la plataforma nueva que inauguró el presidente Juan Manuel Santos, que siempre ha estado fuera de operación, porque se está construyendo, es una área no restringida y así lo estamos demostrando; por eso estamos ejerciendo una defensa con la Fiscalía.

Después de salir del Aeropuerto, somos perseguidos políticamente, porque siempre donde hemos estado he marcado la diferencia.

¿Cómo fueron esos días de casa por cárcel?

Después de un año y medio que llevábamos en ese momento trabajando incansablemente, también fue el tiempo de mucho recogimiento familiar y espiritual. Eso lo que hizo fue fortalecerme, no es agradable, pero pasar un obstáculo le da a uno más fortaleza.

 

Muy personal

 ¿Por qué lo tildan de ‘picado’?

Yo respeto siempre la opinión de la gente y pienso que la percepción que tenga cada uno de nosotros es respetable. Yo siento que soy sencillo, no porque lo diga, sino porque la gente me dice, soy una persona cercana, entro a las casas más humildes.

Esa cercanía no compaginaría con alguien que sea creído; por el contrario, me siento muy cómodo cerca de la gente.

¿A qué le teme?

Uno de los temores, además del que viví hace pocos días, es a perder la libertad. Eso es lo más valioso que tiene un ser humano.

¿A quién le agacha la cabeza?

Yo le agacho la cabeza solamente a Jevohá Dios. Me caracterizo por eso, pues yo nunca he sido del comité de aplausos de nadie, más bien me ha traído problemas, y en la mayoría de veces ha sido mi fortaleza el no agacharle la cabeza a nadie.

¿Qué lujos se da?

Tratar de salir, de conocer, lo he hecho una sola vez, y planeamos volver a hacerlo.

¿En qué invierte su dinero?

No somos una familia de lujos, nosotros casi todos los recursos son para el estudio de mis hijos y de mi esposa, que también se está preparando.

¿Cuánto pesa?

97 kilos

¿Está a dieta?

No, pero yo soy muy disciplinado y puedo bajar fácilmente. Me voy a proponer a bajar 15 kilos.

¿Cuál es su mayor frustración?

Pensé en ser médico, y tenía ese sueño de salvar vidas. Y aunque después me enamoré de mi carrera, me quedó como esa espina.

Credito
IVÁN DARÍO GÁMEZ CASTAÑO

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