Sin embargo, lo anterior no ocurre de manera espontánea; es preciso construirlo. Usted no puede esperar que lo inviten o que conozcan sus habilidades o conocimientos si no crea las condiciones para que los demás lo sepan.

Le pregunto: ¿Es de quienes prefieren no opinar en una reunión?, ¿evita hacer una exposición o presentación en público?, ¿se niega a ofrecer un brindis cuando se lo solicitan?, ¿pocas veces dice una palabra amable o una frase de estímulo a los demás?, ¿saluda solo a los amigos?, ¿siempre está ocupado para participar en una actividad de la comunidad o la empresa?, ¿poco le preocupa la imagen personal?

Si contesto sí a la mayoría de las preguntas, pero aspira a tener reconocimiento, que es una necesidad del ser humano, aunque insista en no admitirlo, debe tomar una decisión respecto a la necesidad de hacer ajustes a su comportamiento.

Una expresión popular dice que “no solo hay que serlo sino parecerlo”, con esa expresión quiero decir que además de ser una buena persona o buen profesional debe cultivar actitudes que lo hagan “visible” y que permitan que valoren su potencial en todo sentido.  

Es claro que se tiene una alta y positiva recordación de quien se destaca por su forma de hablar en público o por desenvolverse con solvencia en determinadas situaciones, de quien es amable y respetuoso o de quien ofrece una imagen impecable y profesional.

Es de estos de quienes primero se acordarán cuando se trate de decidir sobre ascensos, oportunidades laborales o asignación de reconocimientos.

Aquí entonces registramos cómo se puede hacer visible.

* Haga de la cortesía un hábito diario. Saludar, agradecer, pedir el favor, no abusar, ayudar, etc. Demuestre de manera permanente el respeto que toda persona, sin importar su condición social o jerarquía, merece.

* Ofrezca una cara amable. Las personas sonrientes y alegres son percibidas en forma positiva y optimista, además logran mantener mejores relaciones interpersonales que el promedio. Sea generoso con la sonrisa.

* Sea positivo. Que sus aportes se caractericen por ver el lado positivo del asunto y por ofrecer soluciones en lugar de volverse parte del problema.
    * Tenga una buena comunicación. Escuche de manera activa y hable claro y sin excesos. No utilice palabras ofensivas ni agresivas. Hable en positivo y reconozca el valor de los demás.   
 

* Sea proactivo. Que no lo tengan que empujar para hacer las cosas. Genere ideas, haga propuestas, dé su opinión, critique positivamente, actúe. Corra la milla extra, ofrezca apoyo, participe.

    * Déjese ver. No se esconda, participe activamente en los programas de la empresa o comunidad, si es preciso hablar en público hágalo, si se requiere hacer una presentación de un trabajo, arriésguese.

    * Ofrezca una buena imagen personal. Que su aseo personal y su ropa sean impecables. Lo importante no es tener mucha ropa, es tener la adecuada para vestirse acorde con la empresa en que trabaja, la edad, las características físicas y con lo que quiera reflejar.

    * Cumpla sus promesas. No se comprometa a más de lo que puede, pero cumpla con aquello en lo que ha empeñado su palabra. El cumplimiento refleja  su  responsabilidad y seriedad.

    * Asista a eventos. Es una oportunidad para conocer otras personas, cultivar amistades y hacer relaciones públicas. Y si es posible no solo asista, apóyelos y motive la asistencia de otros.

    * Construya su red de contactos. No llame solamente cuando necesite algo, llame para saludarlos, felicitar, ofrecer su colaboración etc.

    Si usted cree en sí mismo y está interesado en proyectar una buena imagen personal, en escalar en la empresa o profesionalmente, déjese ver... pero siempre ofreciendo lo mejor de usted, así tendrá mayores oportunidades de alcanzar los logros que se haya propuesto.