El deceso de este artista natural de Honda deja un enorme vacío en la cultura nacional, pues, según quienes conocieron de cerca su trayectoria, mostró en sus pincelazos su búsqueda de la paz.
“Así como por el reclamo por el reconocimiento de la dimensión cultural en los destinos del país y, en especial, por su permanente denuncia frente a la barbarie de las guerras, las violencias, la injusticias social e incertidumbre de las tragedias sociales y políticas del país”, señala la corporación Corcultura, en un comunicado.
Y agrega: “A los artistas plásticos del Tolima y cultores amigos de Ibagué en Flor, a los que siempre acompañó el maestro Granada, nos golpea sensiblemente su partida, a la vez que nos llena de orgullo haber compartido su obra y su amistad”.
A manera de recuento, el Banco de la República recuerda que Granada Arango estudió en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional en Bogotá.
Entre 1957 y 1959 expuso su trabajo en las versiones X, XI y XII del Salón de Artistas Colombianos con oleos como ‘La procesión sola’, ‘Crimen’ y ‘Guando’ de 1957.
Entre otros premios, obtuvo el segundo premio en la Primera Exposición de Artistas Nacionales de Ibagué.
Comentarios