El artista plástico Marco Alejandro Rico Salas no pretende cambiar el mundo con su obra, pero sí dejar un argumento conceptual a través del arte, en el que expone de manera directa y crítica su visión sobre la codicia política y capitalista que daña el planeta.
Y esto se puede apreciar desde hoy, a las 7 de la noche, en la sala Darío Jiménez de la Universidad del Tolima, donde se cuelga su exhibición ‘Observo como quien medita, veo como quien piensa’.
La muestra, que reúne 10 obras de técnica mixta sobre formato de tela y dos instalaciones, está colmada de signos y símbolos en los que el autor cuestiona las malas acciones del ser humano.
Para evidenciar en qué mundo estamos acude a temas como el poder, la impunidad, la inseguridad, las epidemias, la contaminación, las bombas atómicas, la violencia de los años 50, la superpoblación, la explotación desenfrenada de los recursos naturales, entre otros fenómenos contemporáneos de autodestrucción que lo llevan a pensar en la frase “El hombre debe desaparecer”, de Emil Cioran, como única alternativa de cambio y renovación.
Según lo indicó el artista a EL NUEVO DÍA, toda la muestra es un juego de palabras en el que intenta mostrar al espectador que debe abrir los ojos y ver que el dios que hoy mueve al mundo es el “señor dinero”.
En la mencionada exposición se destacan obras como ‘Tamal país, tamal planeta’, en la que representa que todo está mal, o ‘Picado en alto’, en la que a través de un paisaje plasma los daños al ecosistema que han sido causados por el petróleo.
Marco Alejandro Rico también dedica espacio a ejemplificar los elefantes blancos que ha dejado la corrupción en el país.
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