Karval le bajó a la parodia de la música urbana, para emprender su ruta como solista e imponer su cumbia style.
De este proyecto, con el que está poniendo a gozar y a bailar con una propuesta en la que se mantiene la base de la cumbia, pero con un sonido renovado, gracias al uso de trombones y un acordeón más discotequero, dos canciones han sido un éxito: ‘Pum pum’ y ‘Asesina’.
Con este antecedente estuvo en Ibagué promocionando su sencillo ‘Cumbanchá’, con el que demuestra “que la cumbia la podemos hacer joven, maquillar y disfrutar como lo hacen muchos países”.
Su idea de darle otro color a este género que hace vibrar los corazones en el exterior, obedece a que “quiero que nos apropiemos, nos identifiquemos y le cantemos al amor y al despecho y sobre todo que bailemos cumbia”.
Karval, quien además de la composición se encargó de la producción musical indicó que su proyecto, para algunos ‘loco y pegajoso’ busca comprobar que los músicos están llamados a hacer cosas nuevas y a explorar, por tanto se define como “rayado”.
¿De dónde salió?
Este paisa, cuyo nombre de pila es Carlos Valencia, tiene 37 años, la mayoría de ellos dedicados a la música.
Durante siete años trabajó en Discos Fuentes, y tras una especialización en mezcla y remasterización en Estados Unidos, estuvo seis años con Los Gigantes del Vallenato, y en la producción musical de Los Tupamaros con Fernando Jaramillo. Luego creó la agrupación urbana Two Swing, pero alcanzó el mayor reconocimiento de su carrera con Los Cantores de Chipuco.
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