Artesanos de La Chamba, un orgullo del Tolima para el mundo

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
En la actualidad, un centenar de familias se dedica a la elaboración de diferentes piezas artesanales a partir de una técnica creada desde hace más de 300 años. Este legado ancestral finalmente recibió la Denominación de Origen.

La cerámica negra de La Chamba se unió este año a la lista de 12 artesanías en el país que cuentan con Denominación de Origen, esto significa que una tradición ancestral del Guamo queda desde ahora protegida por la Superintendencia de Industria y Comercio. Los más orgullosos, son las decenas de familias que trabajan diariamente para lograr que sus vasijas de barro, lleguen a las vitrinas del país y del mundo. 

En la elaboración de las diferentes piezas se unen los saberes y conocimientos de diferentes generaciones, conexión que ayuda a preservar una tradición que lleva más de tres siglos. Este legado ha podido sobrevivir a la modernidad porque en la cadena de producción artesanal participan los niños, jóvenes y adultos. 

Ana Senaida Avilés es una de las abuelas que vive de la producción artesanal. En su caso los años le han enseñado a querer un oficio que necesita bastante dedicación, por ello, se esfuerza para que las bandejas que hace sean fuertes y no se rompan o desvanezcan en el fuego. Ella fabrica platos y bandejas de distintos tamaños, los cuales terminan siendo objetos que reflejan gran delicadeza, “ya no me gusta hacer los platos que parecen de loza porque brego mucho por los años y el tiempo”.

Al otro lado de este arte milenario, están los niños y jóvenes, que desde temprana edad aprenden los secretos de sus mayores. Un ejemplo de ello, está en la institución Técnica La Chamba, lugar en el que 250 menores hacen parte del programa del Sena ‘Semillitas de barro’, propuesta productiva que busca la conservación de una cultura, y a la vez una enseñanza Técnica en Ventas de Productos y Servicios.

 

Reconocimiento a un orgullo tolimense 

En agosto, Juliana Márquez, la madre del Jefe de Estado, estuvo en La Chamba para mostrarle a la gerente de Artesanías de Colombia, Ana María Fries, el trabajo que hacen 103 familias a partir del barro, de esta forma se logró exponer con hechos, porque las artesanías merecían recibir la Denominación de Origen. 

De otra parte, Alexander Barra, coordinador del Programa de Propiedad Intelectual de Artesanías de Colombia explicó que las denominaciones de origen son signos “distintivos para proteger, son bienes públicos del Estado que se declaran y que involucran una zona geográfica delimitada porque tienen unos factores naturales y humanos que lo hacen únicos”.

Cabe recordar que el reconocimiento lo recibió la Asociación de Arte de La Chamba y Chipuelo, Asoarch, organización que desde el 2018 empezó a trabajar para alcanzar la Denominación, a este propósito también se unió Artesanías de Colombia en convenio con la Gobernación del Tolima y la Fundación Creata, entidades que trabajaron en la recopilación de la información necesaria para demostrar los factores humanos y naturales exigidos, tales como la materia prima, procesos de producción, la historia y arraigo del oficio en la región. 

Credito
XIMENA VILLALBA C.

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