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El cruce que conduce a San Luis y Valle de San Juan fue sellado nuevamente por los pobladores de estos municipios, quienes exigen que Cortolima por fin atienda sus peticiones para suspender definitivamente la licencia que se otorgó a una familia para explotar material de arrastre en el río Luisa.
Los ciudadanos, quienes desde 2010 han luchado en el sector Caracolito, donde está ubicado el predio, para evitar que se seque y desvíe el cauce del afluente, esta vez pidieron a las autoridades competentes que prohiban esta práctica y que no sea por temporada.
John Bonilla, uno de los voceros de la protesta, aseguró que esta práctica ha destruido en gran parte la ribera del río, pues para este proyecto minero los encargados abren socavones para extraer gravilla y destruyen el recurso hídrico.
“Hace unos años también salimos para evitar que la empresa Orión adelantara estos trabajos, Cortolima suspendió la licencia, pero nuevamente la familia, dueña del predio Chinguala, en el sector El Hoyo, retomaron la explotación indiscriminada.
“Sabemos que el permiso que se les otorgó solamente les permite intervenir 80 centímetros de la capa sobre la orilla del río, pero tenemos pruebas de que abren socavones de tres y cuatro metros y así las se desvían y acaban el río”, indicó John Bonilla
El líder también hizo el llamado para que Cortolima proteja definitivamente el caudal, y no autorice este tipo de explotaciones que destruyen el medio ambiente, contrario a la función de dicha Corporación.
“Se dedicaron a dar permisos a los empresarios para explotar un río que también surte a los acueductos en Guamo y San Luis en tiempo de verano”, añadió Bonilla.
Presencia de alcaldes
Al sector Caracolito arribaron los alcaldes de Valle de San Juan y San Luis, con el fin de dialogar con los pobladores, pero según el vocero de la protesta, esta vez no levantarán el sellamiento hasta que no se dé una solución apropiada.
“La vez pasada el Alcalde de San Luis, quien hace parte de la Junta Directiva de Cortolima nos dijo que iba a gestionar, pero no ha hecho nada. Aquí, el río es huérfano, si no fuera por la comunidad que lo cuida.
“Hoy (ayer) llegaron los alcaldes y volvemos a los mismo, que van a gestionar, pero queremos que venga alguien de Cortolima que pueda decidir y suspender esta práctica. Por ello, hasta que no haya una solución de fondo, no nos iremos”, agregó el líder.
Es de recordar que en 2014 los habitantes de ambos municipios, así como desde Guamo, expresaron su preocupación por el proyecto de explotación de material de arrastre (arenas y gravas) sobre el río Luisa, que en el pasado dejó daños ambientales en el área.
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