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Jhon Bonilla explicó que los reclamos que adelantan es porque el río Luisa es la principal fuente hídrica de San Luis, Valle de San Juan y Guamo, asimismo, que no se oponen a la llegada de empresarios o que haya inversión, “lo que nosotros queremos es que el río no sea afectado”, como sucedió en 2014.
“Ellos (empresa) llegaron con el cuento que eran ambientalistas, que iban hacer una minería blanca, que no iban a utilizar maquinaria porque era artesanal y ahí están las pruebas una oruga y tractocamiones, es un río que no aguanta una explotación”, expresó Bonilla.
Teniendo en cuenta que Juan Carlos Vásquez representante de Ecoarenas, expresó que “no se puede permitir que el Tolima se convierta como otras regiones, donde se maneja la minería ilegal”, Bonilla mencionó que lo que se exige es “que no dañen el río, cuál es el legado que le vamos a dejar a nuestros hijos, tal vez el señor les va a dejar dinero, ¿y el agua?”.
Con respecto a lo sucedido el 26 de noviembre, día en el que se adelantó una protesta, Bonilla dijo que se contó con la presencia de los alcaldes de Valle de San Juan, San Luis y algunos funcionarios de Cortolima.
Tras adelantar una reunión en el territorio se conoció que la licencia ambiental que tiene la empresa quedó suspendida temporalmente, luego de una visita previa de inspección que hizo la autoridad ambiental.
“El señor pasó para la finca donde se está haciendo la explotación, la comunidad le permitió pasar sin inconveniente”, luego una comisión que incluyó funcionarios, policía y habitantes, se dirigió al predio para notificar a los propietarios de la mina, sobre la suspensión temporal.
Según Bonilla, el representante de la empresa se negó a darles paso a los representantes de los manifestantes, lo que alteró los ánimos entre la comunidad, “qué es lo que oculta, cuál es el problema, que permita que los delegados de la comunidad asistan”.
El hombre agregó que algunas personas, tras ver la situación lo insultaron verbalmente.
Otro de las personas que dialogó con este medio fue Humberto Barrero, porque el representante de Ecoarenas mencionó que Barrero labora en una mina de mármol en San Luis, en donde se usa dinamita.
A lo que Barrero explicó que Payandé hay minería de mármol desde hace más de 50 años, “de esas minas de mármol es de donde se saca el calcio para hacer los concentrados de animales, yo no exploto allá, compro el mármol y lo proceso en un molino que está ubicado en la vereda Caracolí con todos los reglamentos de Cortolima (…) no está afectando ninguna fuente hídrica”.
Suspensión temporal
A través de la resolución 2315 del 17 de noviembre de 2020 Cortolima dio inicio a un proceso sancionatorio ambiental e impuso medida preventiva contra la señora María Yolanda Ocampo, titular de la licencia ambiental para explotar un tramo del río Luisa, por presuntas infracciones y afectaciones ambientales que llevan a incumplir la resolución 497 del 18 de febrero de 2010 mediante el cual se entregó licencia ambiental. Entre el acervo probatorio está el informe presentado por la Subdirección de Calidad Ambiental de una visita hecha el 24 de noviembre, en donde se evidenció que se estaba adelantando trabajos extractivos en temporada de invierno, cuando el permiso precisa que la licencia se condicionó “a la explotación para ser realizada únicamente en época seca”, se precisa en la resolución.
Ante el hecho, las actividades se suspenden “hasta que empiece el periodo seco en la región y hasta que se realicen las actividades de socialización y concertación con las comunidades del área de influencia del proyecto”.
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